Joaquín y Marie de Dinamarca disfrutan de los Juegos Invictus, organizados por Harry y Meghan: los royals 'olvidados' se reunen

Los Juegos Invictus 2025 han reunido en Vancouver a dos parejas que han encontrado en este evento su espacio de reivindicación personal y profesional. El príncipe Joaquín y la princesa Marie de Dinamarca han hecho acto de presencia en la competición impulsada por el duque de Sussex, en un gesto que ha generado numerosas comparaciones entre ambas parejas. No es casualidad que los cuatro, marcados por sus complicadas relaciones con sus respectivas familias reales, hayan coincidido en este evento de gran carga simbólica para ellos.

Durante su estancia en Canadá, Joaquín y Marie participaron en varias actividades junto a los deportistas daneses que competirán. Por la mañana, los royals acudieron al entrenamiento del equipo de remo, donde pudieron conocer a los atletas y presenciar su juego de cerca.

Más tarde, se desplazaron a la cancha de voleibol para seguir los preparativos y conversar con los jugadores. La jornada culminó con una cena comunitaria en la que compartieron mesa con los 20 participantes y sus familias, intercambiando experiencias y mostrando su apoyo.

La Casa Real danesa documentó la jornada con varias imágenes en su cuenta de Instagram, dejando constancia del respaldo de Joaquín y Marie a la iniciativa creada por el príncipe Harry en 2014. Sin embargo, la atención mediática no solo se centró en su labor de apoyo a los veteranos de guerra, sino en lo que su presencia en los Invictus Games significa en términos familiares.

La distancia de los príncipes con la familia real danesa ha sido evidente desde hace años, especialmente tras la decisión de la entonces reina Margarita de retirar los títulos a los hijos del príncipe. Una polémica que hizo que la pareja se pronunciara con un críptico: "Es complicada, eso es todo", cuando se les preguntó por su relación con su hermano.

Desde su mudanza a París en 2020, las apariciones conjuntas de los hermanos han sido mínimas, y la ausencia de la madre de Nicolás y Félix en la coronación de Federico fue vista como un claro reflejo del distanciamiento entre ambas ramas de la familia.

El paralelismo con Harry y Meghan es inevitable. El hijo menor de Carlos III también decidió apartarse de la familia real británica en 2020, buscando un nuevo rumbo en Estados Unidos junto a su esposa. Su participación en los Juegos Invictus se ha convertido en el pilar de su vida pública y profesional, un evento que organiza con devoción y que le permite proyectar su imagen de filántropo.

Este año, los duques de Sussex no han dejado indiferente a nadie, protagonizando una entrada triunfal en Vancouver, repleta de gestos de cariño y complicidad ante la mirada de los asistentes. Sin embargo, las reacciones no han sido unánimes, ya que el público y la prensa británica continúan divididos en su percepción sobre la pareja.

Lo que está claro es que ni Joaquín y Marie ni Harry y Meghan han encontrado un hueco claro en sus respectivas familias reales. Unos porque decidieron marcharse y otros porque se vieron obligados, según sus declaraciones. Dos matrimonios que, por caminos distintos, han terminado convergiendo en un evento que los une más de lo que parece.