Jessica Goicoechea se marca un 'Instinto básico' en un photocall

Con sus 1,7 millones de seguidores, la catalana Jessica Goicoechea es una de las influencers españolas más conocidas en nuestro país. La modelo y actriz (ha hecho algún pinito en la gran pantalla como en el corto ‘La fantasía’, de Daniel Maldonado, y en el videoclip de Manel Navarro 'Candle') es también una de las fijas en fiestas, saraos y photocalls patrios: de la alfombra roja de San Sebastián a los Premios Goya.

Y ha sido precisamente en una de estas veladas en las que se da cita lo más granado del famoseo nacional (e internacional, que también estaba por allí Ed Sheeran) donde Jessica ha aparecido con un espectacular look que le ha dado algún pequeño quebradero de cabeza.

La modelo y diseñadora posaba en la alfombra roja de los Premios GQ en la tarde noche del jueves 11 de noviembre con un vestido negro de la firma española Ze García, una marca que, como su propia web indica, apuesta por las prendas sofisticadas, atemporales y de calidad.

En este caso, el atelier creó un look especialmente para la velada recreando los locos años 20, aportando al vestido “un punto de locura elegante”. Confeccionado en crepé y flecos de cristal de Swarovski, el estilismo de Jessica rezumaba sensualidad por los cuatro costados debido, en parte, a una abertura lateral que llegaba hasta más arriba de la cintura. Y claro, como ha pasado en otras ocasiones con este tipo de estilismos arriesgados, se produjo algún momento en el que la influencer tal vez mostró más de lo que pensaba enseñar.

Como decíamos, no es la primera vez que algo parecido ocurre: uno de los ejemplos más recientes y sonados se produjo en la alfombra roja de los Goya hace un par de años cuando María Luisa Mayol, pareja del actor Luis Tosar, acudía junto al gallego para apoyar su candidatura a los premios por su papel protagonista en 'Quien a hierro mata'. La intérprete chilena arriesgó quizá de más con un vestido de pronunciada abertura, que en un momento de infortunio dejó sus partes íntimas al descubierto.

Fuera un ‘desliz’ espontáneo o premeditado, lo cierto es que la catalana de 24 años (en 10 días cumplirá el cuarto de siglo) es una de las influencers más sexis y que más arriesga con sus posados poniendo a prueba en más de una ocasión los límites de la censura de Instagram. La red social tiene una fuerte política con los desnudos y especialmente con los pezones que ella, como otras modelos y actrices, ha sabido burlar.

Esta sagitario lleva activa en redes sociales desde 2012 y con fuerza, tesón, vitalidad y optimismo (según ella, sus mejores virtudes) ha conseguido posicionarse en el top de las influencers con más fans en nuestro país. Ha trabajado para varias marcas, a pesar de que admite que muchas la rechazaron por su estatura antes de ser famosa (mide 167 cm y pesa 50 kg), y desde 2015 cuenta con la suya propia: GOI.

La firma tras el vestido

José María García es el director creativo de Ze García, una firma que surge del deseo y la necesidad de vestir a una mujer actual y sofisticada en una puesta en escena única. Una mujer contemporánea, segura de sí misma y que disfruta con la moda y la alta costura. Por ello, recuperan el modus operandi de los grandes diseñadores de principios del siglo XX, que trabajaban de una forma más delicada, personal y artesanal. Entre los referentes del diseñador se encuentran nombres como Tom Ford. Armani, Ralph Lauren y Valentino.

Según explica la web de la firma, Ze García encuentra la inspiración en la propia figura de la mujer y en su movimiento. En el arte y en el diseño. En la cultura española y en sus orígenes. A partir de un estilo clásico, firma diseños cómodos y sensuales bajo la visión renovada del diseñador, estableciendo así un código propio de elegancia y feminidad.

La propia firma ha colgado en sus redes sociales una galería en la que se puede observar el trabajo que hizo junto a la modelo: en el vídeo aparece la catalana en el taller de la firma probándose y ajustándose el vestido que le queda como un guante.

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Su sueño hecho realidad

A Jessica su pasión por el mundo de la moda le viene desde pequeña. Cuando tenía 16 años se presentó al casting de la prestigiosa agencia neoyorquina Victoria's Secret, pero fue rechazada por no cumplir con sus exigencias de estatura. Lejos de tirar la toalla, ese tesón del que hace gala la empujó a buscar el camino a la fama a través de las redes sociales.

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Hoy día, además de ir camino de los dos millones de followers, colaborar con marcas de lujo, tener la suya propia y colarse en el armario de Chiara Ferragni, Jessica sigue marcando estilo y arriesgando. El de anoche es otro ejemplo.