Sara Carbonero, Iker Casillas y un año separados: amores renovados y proyectos económicos

Tal día como hoy, 12 de marzo, hace un año, una de las parejas más sólidas del panorama social anunciaba la noticia de su separación. Los rumores de crisis matrimonial entre Sara Carbonero e Iker Casillas venían resonando días atrás, hasta que, aquel viernes 12 de marzo de 2021, ambos decidieron confirmar su ruptura a través de un comunicado en redes sociales:

“Tanto Sara como yo nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión. Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos pero no lejanos puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo”.

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R. R.

De esta manera anunciaban al mundo el fin de su historia de amor. Desde entonces, los dos han caminado por separado pero unidos para siempre por el amor y el cuidado de sus hijos.

Desde su ruptura, para ambos han sido 12 meses muy productivos tanto en lo personal como en lo profesional.

Desde que se instaló en Madrid, Sara tuvo claro su deseo de retomar su labor periodística. Fue en diciembre de 2020 cuando anunció el regreso a su primer hogar, Radio Marca, donde la recibieron con los brazos abiertos y donde, hasta la fecha, realiza, encantada, entrevistas musicales.

No por ello ha descuidado su otra gran pasión: la moda. Slow Love, la marca que lleva seis años levantando junto a su íntima amiga Isabel Jiménez, continúa en marcha con nuevos proyectos.

Tan solo diez días después del anuncio de su ruptura con Casillas, Sara Carbonero e Isabel Jiménez hacían público que habían vendido Slow Love a Cortefiel para hacer crecer a su marca. “Las fundadoras se mantendrán al frente de la dirección creativa de la firma que entra en una nueva fase de desarrollo de la mano de Tendam”, anunció a través de un comunicado esta compañía del sector de la moda. A principios de abril veía la luz la primera colección desde que Slow Love formara parte del equipo de Cortefiel. El negocio de Carbonero y Jiménez no les ha ofrecido más que alegrías desde entonces.

Esa primera colección de Sara Carbonero de la mano de Cortefiel se presentó tan solo dos días después de que la periodista e Iker Casillas firmaran su divorcio. Según detalló la revista ‘Diez Minutos’, el acuerdo de ambos fue que Carbonero mantuviese la custodia de los dos niños, Martín y Lucas, con un régimen de visitas bastante flexible para el futbolista.

También por aquellas fechas, Sara Carbonero anunció un nuevo proyecto profesional: su regreso a Agatha Paris como diseñadora de joyas, una firma con la que llevaba años colaborando y con la que vivió un parón por culpa de la enfermedad que sufrió la periodista. Una vez recuperada, Carbonero anunció hace un año el lanzamiento de una nueva colección.

Hace apenas dos semanas, Sara Carbonero reaparecía en sus redes para contar, orgullosa, su debut en el mundo del doblaje. “Estoy feliz por poder compartir por aquí que he prestado mi voz a Tiffany Peluchi, uno de los personajes de ‘Los tipos malos’, la nueva comedia de animación del año. Ha sido una experiencia maravillosa”, aseguró con entusiasmo.

En cuanto a su vida sentimental, pocos meses después del anuncio de la ruptura, los rumores de un nuevo romance de la periodista comenzaron a resonar con fuerza. Fue durante el verano de 2021 cuando la revista 'Semana' publicó que Sara Carbonero podía haber encontrado de nuevo el amor con el cantaor José Enrique Morente, más conocido como Kiki, un joven artista de 31 años, seis menos que ella, hijo de Enrique Morente y hermano de Estrella y Soleá Morente.

Según añadía la publicación, ambos llevarían en aquel momento dos meses de noviazgo. También detallaba que se habían conocido gracias a una amiga en común y que la periodista estaría ya plenamente integrada en el círculo familiar de los Morente.

Haciendo alarde de su habitual discreción cuando se trata de proteger la parcela más privada de su vida, Sara Carbonero nunca confirmó ni desmintió con rotundidad su supuesta relación con Kiki Morente. Sin embargo, algunas imágenes captadas de los dos juntos disfrutando de salidas nocturnas o algunas prudentes declaraciones del uno sobre el otro afianzaron la veracidad de los rumores.

Pocos días después, Vanitatis pudo confirmar de primera mano lo que ya adelantó 'Semana'. Sara Carbonero estaba muy ilusionada con Kiki Morente. Fue el círculo cercano del músico el que, al ser consultado, no se sorprendió del supuesto noviazgo, ya que aseguraron que Kiki era "un amor de persona, tremendamente familiar, cariñoso, encantador, además de guapísimo. Es normal que Sara esté tan ilusionada".

Coincidiendo con aquel tiempo, Carbonero asistió con Kiki a un concierto de Estrella y toda la familia la recibió con calidez. Amigos cercanos contaron a Vanitatis: "Ella es una mujer muy respetada y valorada, cae bien a todo el mundo, es discreta y muy educada, además de ser bellísima, ¿qué pega se le puede poner?".

Lo que parecía el inicio de una nueva relación parece ahora haberse enfriado. Desde hace varias semanas, varios medios afirman haber contactado con el entorno de la pareja, el cual asegura que la relación entre ambos ha terminado y se ha quedado en una amistad.

Por su parte, Iker Casillas estrenó nueva vivienda tras la firma de su divorcio. Según desveló ‘Diez Minutos’, lo hizo en La Finca, una de las urbanizaciones de lujo de nuestro país, en un ático de más de 300 metros cuadrados con piscina privada al que se trasladó por aquellos días, en abril de 2021.

Aprovechando su nueva vida, más tranquila y alejada de la actividad dentro de los campos de fútbol, Casillas ha encontrado en este año el placer de volver a sus orígenes. Son muchos los fines de semana que ha huido de Madrid y ha querido refugiarse en la casa que reformó en su pueblo, Navalacruz (Ávila), cuando aún estaba casado con Sara Carbonero.

Mientras, él tampoco descuida los negocios. Según pudo conocer Vanitatis en exclusiva a finales de septiembre de 2021, Iker tenía entre manos una nueva iniciativa que le estaba haciendo sentir como niño con zapatos nuevos. A principios de octubre, el futbolista presentó en la sede del ESIC su empresa SportBoost, "una aceleradora e incubadora de startups vinculadas al mundo del deporte con el objetivo de convertirlas en empresas líderes de su sector". "Nuestro programa especializado dispone de todos los recursos de asesoramiento, networking, relaciones institucionales y acceso a financiación para llevar a los proyectos de emprendimiento al éxito", explicaron desde dentro. "Casillas quiere apoyar a gente joven con ideas innovadoras que tengan algo que ver con el deporte -detallaron-. Primero realizaremos un análisis de los proyectos y luego el equipo técnico decidirá en qué entramos y en qué no".

En este contexto, SportBoost, la empresa de Casillas, llegó recientemente a un acuerdo con Wayra, parte de Telefónica, que también incursiona en el mundo de la tecnología. En conjunto, la idea es encontrar una mayor cantidad de compañías en desarrollo que necesiten financiación para crecer. Buscan fomentar a empresas pequeñas que se dediquen a la tecnología y también al deporte. El proyecto ya ha comenzado y las empresas que sean aprobadas por las dos compañías mayores recibirán una inversión de hasta 700.000 euros cada una. El dinero saldrá en partes iguales tanto de SportBoost como de Wayra, por lo que la firma de Casillas podría llegar a desembolsar hasta 350.000 euros por empresa.

También a mediados de septiembre, Casillas anunciaba otro proyecto: "Hoy es un gran día para mí. Siempre he tenido claro que quería ayudar a niños y niñas, jóvenes y profesionales a formarse en el fútbol y a alcanzar el éxito de una manera honesta y con buenos valores. Un proyecto con el que poder retornar parte de lo aprendido. Y hoy, después de mucho trabajo y esfuerzo, se ha hecho realidad". Con estas palabras comenzaba hace diez días Iker Casillas la presentación en redes sociales de una de sus ideas más personales. "Hemos presentado en Dubái la primera Iker Casillas Academy [...], un proyecto que arrancamos en Dubái pero que acercaremos, ojalá, a muchos rincones del mundo".

En cuanto a la vida sentimental de Iker, no habían pasado ni tres días del anuncio de la ruptura con Carbonero cuando la revista 'Semana' desveló una supuesta nueva ilusión del futbolista. Según la publicación, la joven en cuestión era Sara Denez, cantante cordobesa afincada en Málaga. La revista aseguraba que fue Alejandro Sanz, amigo de Iker y Sara, el que le presentó a esta joven. La chica no tardó en desmentir a través de su perfil de Instagram el supuesto romance. "Espero que pague quien dé informaciones falsas o intente hacer daño. Soy una tía normal de la vida. Tengo mi pareja y una vida tranquila. ¡No tengo nada que ver con Iker Casillas! ¡Que me dejen tranquila, por favor!", escribió.

Semanas después, siguieron apareciendo informaciones de todo tipo sobre viejas supuestas relaciones de Casillas. Una de las más sorprendentes, revelada por el programa 'Socialité', fue la que habría mantenido con Lara Dibildos. "No he tenido nada que ver con esa relación ni con esa ruptura", explicaba a 'Diez Minutos' Dibildos poco después, añadiendo que tuvo que soportar "barbaridades" en sus redes sociales por culpa de estos rumores.

En mayo, 'Sálvame' continuaba aireando supuestas infidelidades de Casillas a Sara Carbonero, esta vez con una joven búlgara llamada Nadia Alexandrova.

Hace un mes escaso se relacionó al exdeportista con la influencer Rocío Osorno. El 31 de diciembre del año 2020, la joven anunciaba en sus redes sociales que se separaba del padre de sus hijos, Jacobo (Coco) Robatto, con el que se casó en la catedral de Sevilla el 29 de junio del 2019. Al parecer, la pareja había dejado de convivir en el mes de mayo.

Una portada de 'Lecturas' llevó a Rocío Osorno e Iker Casillas a estar en boca de todos, ante la gran sorpresa de amigos y familiares. La revista explicaba que el exfutbolista estaba ilusionado con la influencer y el hermetismo se instaló en torno a los dos protagonistas. Pero él no tardó en negarlo y publicó un tuit cargado de ironía. Junto a la portada de ‘Lecturas‘, escribió: “Ave María purísima”.

La realidad es que ni Sara Carbonero ni Iker Casillas han confirmado, de momento, una nueva historia de amor ni pareja oficial. Ambos parecen centrados en sus proyectos profesionales, en mantener una buena relación y el cariño que aún existe entre ellos, por el bien de sus hijos, y en disfrutar de la vida y de amistades, cada uno por su lado.