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Paquita la del Barrio y el fenómeno de las divas del despecho: el legado que ha inspirado a Shakira, Aitana o Bad Gyal
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CANCIONES CON HISTORIA

Paquita la del Barrio y el fenómeno de las divas del despecho: el legado que ha inspirado a Shakira, Aitana o Bad Gyal

Desde Rocío Jurado hasta figuras más contemporáneas, son muchas las artistas que, como la intérprete de 'Rata de dos patas', han convertido el desamor y la rabia en grandes himnos con millones de reproducciones y ganancias

Foto: Paquita la del Barrio en una foto de archivo. (EFE)
Paquita la del Barrio en una foto de archivo. (EFE)

La muerte de Paquita la del Barrio deja un vacío en la música, pero su legado sigue más vivo que nunca. El despecho ha sido, es y será el combustible de la música popular. Desde los boleros desgarradores hasta los himnos actuales de empoderamiento, este sentimiento ha dado algunas de las canciones más memorables de la historia. Pero el enfoque ha cambiado.

Si antes el desamor se cantaba con lamentos y llantos, ahora se acompaña de letras afiladas y coreografías llenas de actitud. Las divas del despecho han evolucionado con el tiempo, pero su mensaje sigue siendo el mismo: convertir el dolor en arte.

Cuando hablamos de despecho, es imposible no pensar en Paquita la del Barrio, que transformó la traición en insultos icónicos. Su ‘Rata de dos patas’ se convirtió en un himno.

Lanzada en 2004 y compuesto por Manuel Eduardo Toscano, la canción es la dedicatoria perfecta para cualquier persona que haya sufrido una infidelidad o engaño. Con versos formados por una retahíla de insultos de lo más ingeniosos como "culebra ponzoñosa", "maldita sabandija" o "espectro del infierno", plasmó su propio dolor en un cántico universal.

La verdad latente detrás la canción es posiblemente el factor que le hizo traspasar las pantallas y hasta los océanos. Se basaba en una historia personal: su marido, Alfonso Martínez, la engañó durante 15 de sus 25 años de matrimonio, y cada interpretación era su venganza pública.

La era del desprecio sin filtros y teatral

La artista, cuyo nombre real era Francisca Viveros Barradas, no se mordía la lengua y su estilo directo conectó con miles de mujeres que, a través de su música, encontraban la manera de sacar la rabia y la impotencia.

Su legado en la cultura pop es innegable. ‘Rata de dos patas’ ha sido parodiada y mencionada en series, películas y programas de televisión, consolidándose como una referencia de la música de despecho. Paquita canalizó su furia en su música, pero sobre todo inspiró a muchas otras artistas a hacer lo mismo.

placeholder La cantante durante un concierto. (Europa Press)
La cantante durante un concierto. (Europa Press)

Si hay una canción que puede competir con la contundencia de la cantante mexicana, esa es ‘Ese hombre’ de Rocío Jurado. Publicada en 1979 y escrita por Manuel Alejandro, este tema lanza una lluvia de calificativos implacables contra un ex.

Se dice que el tema estaba inspirado en su entonces marido, Pedro Carrasco, padre de su hija Rocío, aunque su separación no llegaría hasta una década después. "Es un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso. / Un payaso vanidoso, inconsciente y presumido. / Falso, enano, rencoroso, que no tiene corazón", decía el estribillo, por lo que algo ya se podía deducir.

Con su interpretación arrolladora, llevó el despecho a un nivel más dramático y teatral. ‘Ese hombre’ es un monólogo de dolor y furia, mientras que ‘Se nos rompió el amor’ es la elegía definitiva del romance que se apaga. La tonadillera insultaba y no perdonaba. Con su voz imponente, convirtió el desamor en arte sublime.

Venganza y empoderamiento: la nueva ola del despecho

Si las dos folclóricas fueron las reinas de la ira y la desesperación, las nuevas divas del despecho han sabido darle un giro más moderno al concepto. Shakira ha sido una de las máximas exponentes de esta transformación. Su ‘Te felicito’ y la famosa sesión con Bizarrap son una prueba de que el desamor con rabia sigue vendiendo, pero ahora con una narrativa más calculada: no se llora, se factura.

La artista colombiana ha convertido el despecho en un arte en sí mismo. Antes de su colaboración con el productor argentino, ya despellejaba a sus ex en canciones como ‘Si te vas’, incluida en su álbum ‘¿Dónde están los ladrones?’ (1998).

En este tema, advertía sobre las consecuencias de cambiarla por otra mujer: "Si no tiene más que un par de dedos de frente / Y descubres que no se lava bien los dientes / Si te quita los pocos centavos que tienes / Y luego te deja solo, tal como quiere".

Décadas después, con la ‘BZRP Music Session #53’, llevaría el despecho al siguiente nivel, en una canción donde no dejaba lugar a dudas sobre su mensaje —que reabrió el debate sobre la responsabilidad de las terceras personas en relaciones y la sororidad entre mujeres— y con la que ganó millones.

Lo interesante de esta nueva era del despecho es que ya no se trata solo de señalar al traidor o lamentarse por la pérdida. Ahora, el mensaje es claro: el desamor puede doler, pero también puede impulsar. Ya sea con gritos de rabia o con letras que celebran la independencia, las divas siguen marcando la banda sonora de las rupturas.

Karol G también ha seguido esta línea, pero con un toque más de autosuperación. En ‘MAMIII’, junto a Becky G, despide a su ex con gracias y satisfacción, mientras que en ‘TQG’ deja claro que quien la perdió, la verá brillar.

No hay súplicas ni llantos, sino un mensaje de que el dolor es temporal y que, al final, la mejor venganza es el éxito. Incluso el amoroso, como hace en ‘Mi ex tenía razón’, donde la ironía juega un papel fundamental mientras compara a su anterior pareja con la actual.

Aitana, a pesar de su corta carrera, ha explorado el despecho en varias canciones y desde distintos ángulos. Desde ‘11 razones’ hasta ‘Dararí’ o ‘AQYNE’, la artista ha convertido el desamor en una fuente de inspiración. Con el lanzamiento de su documental, ha dejado pistas sobre su próximo tema, con referencias a una fecha clave: el 6 de febrero.

“Porque todavía te quiero / Yo te quiero / Maldito, me olvidaste el primero / Tú que me prometiste / El mundo entero/ Ahora devuélveme mi 6 de febrero”, canta en este último single. Sus letras reflejan un desamor más contemporáneo, donde la rabia convive con la nostalgia de lo que pudo haber sido, pero donde las promesas nunca llegaron a cumplirse. Todo bajo la atenta mirada de sus seguidores, que buscan a toda costa conocer la historia que subyace a sus letras.

El trasfondo de las nuevas generaciones, no significa que los improperios estén fuera. Bad Gyal ha sabido plasmar su visión desde una perspectiva moderna y urbana. Con ‘Zorra’, la cantante catalana convierte el insulto en un símbolo de poder y orgullo.

Su mensaje desafía los estereotipos de género y se apropia de términos que históricamente han sido usados para desacreditar a las mujeres. En su música, el despecho no es una derrota, sino una reafirmación de identidad y autonomía, algo que la ha convertido en una de las voces más relevantes del reguetón.

placeholder Bad Gyal en un concierto en Nueva York. (EFE / Ángel Colmenares)
Bad Gyal en un concierto en Nueva York. (EFE / Ángel Colmenares)

Eso sí, ellas no fueron las primeras en utilizar una ruptura como una catarsis. Antes de que el despecho se convirtiera en un fenómeno global de empoderamiento, María Jiménez ya ponía los puntos sobre las íes con ‘Se acabó’ en 1978.

Con frases como "Todo lo que yo te haga, antes ya tú me lo hiciste", marcó un antes y un después en la música española. No se trataba de sufrir por amor o quedarse en una relación marcada por el maltrato, sino de plantar cara y no mirar atrás.

No solo en español se ha convertido este sentimiento en un género en sí mismo. Olivia Rodrigo hizo de su separación con Joshua Bassett el motor de su álbum ‘Sour’, con canciones como ‘Happier’, mientras que Raffaella Carrà dejó su huella con ‘Lucas’ en 1978. Sin olvidar a la alabada Miley Cyrus, que se convirtió en el epítome del empoderamiento con ‘Flowers’.

El despecho ha cambiado de tono, pero su esencia sigue intacta. Desde los insultos más directos hasta el resurgimiento más calculado, las divas han sabido canalizar su dolor en auténticos himnos intergeneracionales. Porque si algo nos han enseñado estas canciones, es que del amor roto también se puede salir más fuerte que nunca.

La muerte de Paquita la del Barrio deja un vacío en la música, pero su legado sigue más vivo que nunca. El despecho ha sido, es y será el combustible de la música popular. Desde los boleros desgarradores hasta los himnos actuales de empoderamiento, este sentimiento ha dado algunas de las canciones más memorables de la historia. Pero el enfoque ha cambiado.

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