Nuevos datos sobre la 'orden mordaza' de Harry y Meghan en su visita a una escuela en NY: compró decoración y se la llevó

Las revelaciones en torno a la visita que el príncipe Harry y Meghan Markle realizaron en 2021 al colegio público neoyorquino Mahalia Jackson, uno de los más pobres del barrio de Harlem, siguen produciéndose con nuevos datos en los medios británicos. La presencia de los Sussex en este centro, donde el 95% de los niños pertenecen a familias con dificultades económicas, tenía como objetivo la lectura por parte de la norteamericana de su libro infantil 'The Bench' y se grabó para aparecer posteriormente en su docuserie de Netflix 'Harry & Meghan'.

Primero era 'The Sun' el que publicaba hace tan solo unos días la 'orden mordaza' que los miembros del equipo de los duques trasladaron al colegio. Esta cláusula supuestamente prohibía a cualquier persona del centro, alumnos incluidos, realizar comentarios negativos sobre el matrimonio royal "ahora o en el futuro".

Los representantes de la Fundación Archewell de la pareja enviaron al Departamento de Educación un "comunicado de comparecencia" tres días antes de su visita, añade el tabloide inglés, que habría sido gestionado por un responsable de prensa de las escuelas de Nueva York, que habría preguntado a la pareja por la "mejor manera de conseguir que se acordara". El responsable de prensa habría pedido que se eliminara del comunicado la mención al libro infantil de Meghan Markle para "hacerlo un poco menos promocional".

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Ahora, según correos electrónicos que cita el 'Daily Mail', el equipo de los Sussex habría realizado una serie de peticiones para que su visita fuera lo más cómoda y vistosa posible. Para conseguirlo, incluso se pusieron cojines y una alfombra nueva ese día a la escuela. Unos objetos de decoración que se llevaron de vuelta posteriormente.

Los archivos supuestamente mostraban que el personal "tenía voz y voto sobre qué escuela visitarían" y "pasaron por múltiples ediciones de comunicados de prensa para que su aparición sonara 'más sustancial", según publica el 'Mail'.

La lista de medios acreditados para el evento de Harry y Markle también fue "estrictamente controlada" y fue "restringida a publicaciones amigables con Meghan". Entre los medios que pudieron asistir se encontraba por ejemplo la revista 'Vogue', pero los tabloides británicos estuvieron vetados.

Los documentos obtenidos por el 'Daily Mail' también afirman que se pidió a los alumnos y profesores de la escuela primaria que firmaran formularios de consentimiento para la grabación de las imágenes. La planificación de su viaje a la Gran Manzana había comenzado seis meses antes y estuvo dirigida por una de sus publicistas, Toya Holness, que también había trabajado previamente para el Departamento de Educación de Nueva York.

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En los mencionados correos electrónicos se afirma que tres días antes de que los Sussex viajaran a Manhattan, los representantes de Archewell se pusieron en contacto con el departamento "con un formulario de autorización de localización y aparición para filmar y les pidieron que lo consultaran con sus abogados". La 'orden mordaza' prohibía entonces a los participantes hablar del documental de Netflix con otras personas y no les permitía hacer declaraciones negativas sobre la exactriz y su marido. "Me comprometo a no hacer declaraciones negativas, despectivas o desfavorables sobre ninguna de las partes implicadas, ni a denigrarlas o menospreciarlas", decía el documento. También se prohibía a los estudiantes publicar en las redes sociales información sobre la visita.

Dominique Cimina, representante de relaciones públicas de la editorial Penguin Random House, la empresa que publicó 'The Bench', también participó en la cadena de correos electrónicos previa al acto. "Mi equipo está estudiando todo lo relacionado con alfombras, cojines, decoración, etc. Más por venir", rezaba uno de los emails. Fuentes cercanas a la Fundación Archewell han defendido desde entonces la medida, diciendo que se trata de una "práctica habitual" cuando hay menores implicados.

La protagonista de 'Suits', que se presentó en la lectura de su libro llevando un abrigo de cachemira Loro Piana de 5.500 euros y unos pantalones a juego de 1.450 euros, fue fotografiada bajo una tienda de campaña en el patio de la escuela y sentada sobre una caja azul. Los alumnos, junto a Harry, se sentaron en una colchoneta y en cómodos cojines verdes a su alrededor mientras ella leía su libro.

"Es estupendo estar de vuelta. Nos encanta Nueva York", dijo el príncipe en ese momento. Cuando un estudiante le preguntó si Meghan tenía previsto escribir otro libro, ella respondió: "De momento no tengo pensado escribir otro libro infantil, pero nunca digas nunca".