Georgina Rodríguez y la curva Kardashian: historia de un estilo

Ya sea recostada en un yate o luciendo unas ajustadas mallas deportivas, es difícil no apreciar la torneada figura de Georgina Rodríguez. Antes de saltar a la fama, Georgina era bailarina profesional, actividad que la obligaba a estar tonificada y llena de ondulantes músculos.

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Ahora, unos pocos años más tarde, Georgina sigue luciendo un cuerpo fibroso y lleno de curvas, incluso más pronunciadas. Su anatomía ha ido esculpiéndose, o más bien tonificándose, en un sinuoso cuerpo de curvas al estilo Kardashian. Georgina lo sabe y lo potencia.

Guste más o menos, la concepción del canon de belleza actual tiene un antes y un después de Kim Kardashian. Hace algo más de 10 años, parecía que solo los cuerpos estrechos, delgados y con pocas curvas eran dignos de admiración. Pero Kim, con su aliado, el bisturí, convirtió los traseros que hacen ‘pop’, las cinturas acentuadas y el busto pronunciado en las características del nuevo canon, internacionalizando la figura del reloj de arena.

Para presumir de las curvas, la familia Kardashian al completo ha convertido el saber posar en todo un arte. Cómo apoyarse en una pared para dejar la limpia curva de cintura y cadera expuesta y como recién cincelada por Bernini, el turgente trasero con su punto más alto como centro de la instantánea y cientos de posturas que convierten la curva Kardashian en un estilo fotográfico.

Georgina Rodríguez, 13 años más joven que Kim Kardashian, ha recogido el testigo de los cuerpos sensuales y ha hecho suya esa mítica curva Kim. La argentina, poco a poco y con horas y horas de gimnasio, ha modificado su figura, logrando más volumen en zonas como el trasero, pero eliminando de la ecuación cualquier rastro de celulitis o grasa. Las curvas de Georgina son todo músculo.

Y la mejor forma de potenciarlas es haciendo uso de la moda. En su top de prendas procurvas, están los vestidos entallados y de largo midi. Súmale un amplio escote con tirantes para que el pecho quede realzado y tienes el vestido ideal. Pero la pose es la clave. Siempre inclinada a un lado, adelantando una pierna para potenciar las curvas, y si puedes desequilibrar la pose de escultura colocando cada brazo en una dirección, pero siempre hacia arriba, para que el pecho parezca aún más alto, mejor que mejor.

Las mallas de ciclista, este año en su enésimo regreso a la moda, también son una prenda habitual tanto en el armario de Kim Kardashian como en el de Georgina Rodríguez. Su largo hasta la mitad del muslo y sus tejidos que se ajustan a cada forma del cuerpo son excelentes para marcar el prominente trasero. Ambas influencers suelen combinar este tipo de mallas con ajustados tops deportivos para presumir de vida saludable y cuerpazo.

La sintonía entre Kim y Gio es incuestionable. La forma de posar, los estilismos, la curva Kardashian y su contorneada figura, las largas melenas azabache, los gruesos labios e incluso sus familias numerosas… Dos vidas paralelas, pero una sola tendencia: ser Kim.