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Comer mucho dulce y procesado envejece la piel
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LA INFLAMACIÓN Y EL AZÚCAR

Comer mucho dulce y procesado envejece la piel

El azúcar y los alimentos procesados no solo son malos para el organismo, también producen arrugas, flacidez, acné y rosácea

Foto: Foto de Jonaorle en Pexels.
Foto de Jonaorle en Pexels.

Una piel envejecida no depende solo de la genética o de los cuidados con el sol y las cremas: también de si tomamos más azúcar del recomendado. Y ojo, porque no solo hablamos de los dulces, sino también de los snacks, que contienen un azúcar encubierto, y de la carne a la barbacoa o a la plancha, como ahora te contaremos. Pero que no cunda el pánico. Para entender qué le sucede a la piel cuando se pasa con la glucosa y alimentos que ni sabíamos que la incluían, hay que remontarse al fenómeno de la glicación y un término que se ha puesto de moda: los AGE.

Foto: Así cambia tu cuerpo cuando dejas de tomar azúcar. (Analia Baggiano para Unsplash)

La doctora Gema Pérez Sevilla, cirujano maxilofacial y experta en medicina estética, explica que “el aumento de la glucosa hace que esta se pueda unir a proteínas como el colágeno y la elastina, lo que se llama glicación y produce la aparición de AGE (Advanced Glycation End Products), los cuales provocan inflamación, oxidación y deterioro a nivel celular. Cuando el colágeno se glicosila, su estructura se altera y la piel se muestra menos elástica y turgente, es cuando aparecen las arrugas y la flacidez”.

placeholder Foto de Andrea Piacquadio en Pexels.
Foto de Andrea Piacquadio en Pexels.

Estos AGE además tienen la capacidad de desactivar los antioxidantes naturales de la piel volviéndola más sensible a cualquier daño. Pues bien, junto a ese envejecimiento, el aumento de la insulina favorece la producción de grasa y el aumento de hormonas andrógenas que facilitan la obstrucción de los poros y empeoran el acné y la rosácea. Menudo panorama. Entonces, ¿no podemos tomar dulce? Sí, pero con moderación y siendo selectivos. Lo detalla Amil López, doctora en farmacia, nutricionista y colaboradora de la línea nutricosmética LPG: “Es mejor evitar los azúcares sencillos y optar por los hidratos de carbono de liberación más lenta, como los granos integrales del tipo cereales de desayuno y pan, y cocinar la pasta y el arroz al dente, porque liberan sus azúcares al torrente sanguíneo de forma gradual. Otro truco es combinar los hidratos con algo de proteína para favorecer el equilibrio hormonal”.

Foto: Trucos para reducir el azúcar en tu dieta. (Joanna Kosinska para Unsplash)

La OMS recomienda que, si se ingieren azúcares libres, aporten menos del 10% de las necesidades energéticas totales, y si lo reducimos al 5% observaremos mejoras en la salud. Para que nos hagamos una idea, esta proporción equivale a menos de un vaso de bebida azucarada al día.

Los desterrados

“Este fenómeno ocurre sobre todo con los azúcares refinados, con el jarabe de maíz de alta fructosa, con la fructosa misma, el azúcar de caña y otros edulcorantes calóricos que se encuentran ocultos en chuches, snacks de bolsa, refrescos, zumos comerciales, cereales, salsas, bollería industrial, café torrefacto (tostado con azúcar para que esté más oscuro), pan tostado, harinas y comidas procesadas”, añade Amil López. Pérez Sevilla advierte que los alimentos salados procesados también añaden el endulzante natural aunque no se note su sabor, aparte de ser pobres en agua y contener un exceso de sal y grasas. El resultado es una buena retención de líquidos y un aumento de la inflamación producida por la glicación. Por si fuera poco, esta también tiene lugar con la carne a la plancha, barbacoa o al horno, con los frutos secos tostados y las bebidas de cola.

No hay que eliminarlos de forma radical para, además de estar más sanos, acusar una menor grasa corporal y ser dueños de una menor inflamación, gozar de un rostro joven, sino consumirlos de forma ocasional, preferentemente antes de la tarde-noche, ya que en ese momento la insulina baja su actividad y no se metabolizarían de manera eficiente. Podemos relajarnos un poco más con las frutas de bajo índice glucémico (para que no suban mucho el azúcar en sangre) como los orejones, pasas, cerezas, melocotón, albaricoque o pera, y lo mismo con la zanahoria, la remolacha y la repostería casera, que, según Amil, debe hacerse con aceite de oliva y la mitad de edulcorante del propuesto en la receta, “así el paladar se educa y es posible desengancharse del dulce en tan solo una semana”. También tenemos que leer las etiquetas en el súper: indican la cantidad de azúcar por 100 gramos de producto, así como basar la alimentación en productos frescos y de temporada, hervidos, cocinados al vapor o crudos.

Foto: Así influye la vitamina D en la pérdida de peso. ( Christopher Campbell para Unsplash)

Vitaminas al rescate

La buena noticia es que algunas vitaminas son capaces de inhibir la glicación: son la vitamina B1 o tiamina presente en alimentos integrales, huevos, carne, guisantes o nueces y la B6 o piridoxina, que está en el hígado, el salmón, el pollo, la avena y la nuez. No dejemos de lado las bondades de la vitamina C, que al ser un gran antioxidante interviene en la formación de colágeno, y por tanto su disponibilidad en la dieta ayudará a la síntesis de fibras nuevas que compensen las dañadas, además de ser un potente antiinflamatorio. La encontramos en los cítricos, el kiwi, los pimientos, las fresas o el brócoli.

El ejercicio, el aliado antiglicación

Que el deporte es bueno para todo es de sobra conocido; que también compensa la oxidación producida por los AGE, menos, y esto es así porque favorece la fabricación de enzimas antioxidantes. Como apunta Amil López, “moverse mejora el potencial antioxidante y antiinflamatorio del metabolismo a través de las miokinas, mediadores y mensajeros celulares que se liberan gracias al ejercicio físico. Esto favorece la circulación, la firmeza y elasticidad de los tejidos y permite frenar el paso del tiempo, al mantener más activas las proteínas de la dermis, el colágeno y la elastina”, añade.

Foto:

A nivel interno, nos ha quedado claro. Pero ¿podemos combatir los efectos perniciosos del azúcar en la piel mediante la cosmética? En este sentido hay una activo estrella y es el retinol, que ejerce una completa acción antiedad capaz de mejorar la firmeza, la hidratación y la elasticidad, según la nutricionista. “Por un lado, aumenta la síntesis de las fibras de colágeno, elastina y ácido hialurónico; por otro, es antioxidante y minimiza la glicación, borrando las líneas de expresión y aportando un tono uniforme y luminoso”. La vitamina C y el ácido glicólico son otros buenos aliados contra el fenómeno indeseable del azúcar en el cutis, y si nos vamos a los tratamientos médico estéticos, como sugiere la doctora Pérez Sevilla, los favoritos son la mesoterapia de las vitaminas citadas junto a antioxidantes que compensen el daño sufrido, como el glutatión y la acetilcisteína, los aminoácidos precursores del colágeno y la inyección de estimulantes del colágeno como la policaprolactona. Pero también el láser de CO2 que regenera el cutis eliminando capas lesionadas, y el de Neodimio Yag para favorecer la producción de estas proteínas. Por último, aconseja la experta, “es interesante tomar probióticos que ayuden a la fermentación de los azúcares produciendo glicerol y ácido láctico, los cuales mejoran la integridad de la piel”.

SingulaDerm, XPERT S.O.S. Un tratamiento de choque en formato vial de doble acción: antiarrugas y de defensa contra agresiones externas (2 viales 28,85 euros).

placeholder Singuladerm.
Singuladerm.

Tratamiento de noche para el contorno de los ojos Retinol Ceramide, de Elizabeth Arden (55,20 euros, en El Corte Inglés). Proporciona el ingrediente de forma microcapsulada en un sistema de elaboración continua durante 8 horas, así es más efectivo. También contiene una combinación de péptidos y niacinamida.

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Elizabeth Arden.

Renewal Retinol Intensive Serum, de Endocare (56,40 euros). Aunque tiene una alta concentración de retinol puro, del 0,5%, su fórmula en microesponjas le aporta seguridad y eficacia, reduce las arrugas y unifica el tono.

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Endocare.

Retinol Skin-Renewing Daily Micro-Dose Serum, de Kiehl's (50 euros en El Corte Inglés). Un sérum de retinol puro que se puede usar de continuo porque su concentración es del 0,1%, así se evitan las molestias de la piel.

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Kiehl's.

Flavo C Forte de Isdin (19,70 euros en Promofarma). Este potente sérum tiene un 15% de vitamina C pura para estimular el colágeno, reducir las líneas de expresión y lograr una piel más revitalizada.

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Isdin.
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Una piel envejecida no depende solo de la genética o de los cuidados con el sol y las cremas: también de si tomamos más azúcar del recomendado. Y ojo, porque no solo hablamos de los dulces, sino también de los snacks, que contienen un azúcar encubierto, y de la carne a la barbacoa o a la plancha, como ahora te contaremos. Pero que no cunda el pánico. Para entender qué le sucede a la piel cuando se pasa con la glucosa y alimentos que ni sabíamos que la incluían, hay que remontarse al fenómeno de la glicación y un término que se ha puesto de moda: los AGE.

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