El truco favorito de los expertos para tener una casa siempre limpia y ordenada

La constancia y la rutina son las mejores herramientas cuando queremos ser un poco más ordenados. Esto lo podemos poner en práctica en muchas facetas de la vida y la forma en la que organizamos las tareas de la casa no es una excepción, pues solo con seguir determinadas pautas podremos ver estupendos resultados, disfrutando de una casa mucho más limpia y ordenada. Por desgracia no hay milagros, si queremos que todo esté en su sitio, tendremos que ponernos manos a la obra, por supuesto con tareas que implican a todas las personas que habitan la casa.

Salvo que empleemos la limpieza como una suerte de meditación o encontremos en ello un momento de paz y tranquilidad, como sucede con el cleanfulness, en general tener que limpiar y recoger nos supone un esfuerzo que no siempre nos apetece hacer. Por eso, no es mala idea dejarnos aconsejar por los gurús del orden y la limpieza, que nos muestren algunos hábitos sencillos con los que ahorrar tiempo. También podremos aprender algunos trucos que siempre usan las personas ordenadas para que las tareas sean lo más llevaderas posible y nuestra casa se vea de lujo.

Para sorpresa de muchos, para que una casa se vea limpia y ordenada no es necesario dedicarle muchas horas a diario. Esto no siempre está al alcance de todo el mundo, pues tendemos a tener compromisos que cumplir que hacen que el tiempo que podemos dedicar a limpiar la casa sea menor y, sobre todo menos apetecible, pues al llegar a casa lo que queremos hacer es descansar. Sin embargo, hay algunas cosas que conviene dejar hechas antes de irnos a la cama y que pueden marchar la diferencia, ayudándonos en esta tarea.

Pocas cosas son menos agradables que despertarse por la mañana, con todo el día por delante por disfrutar, y encontrarnos tareas que el día anterior dejamos sin hacer. Es esencial no dejar que la pereza pueda con nosotros y hacer algunas faenas antes de irnos a la cama, de esta forma podremos vivir como la gente ordenada, que siempre encuentra lo que busca y no pierde nada de tiempo a primera hora, incluso podremos dormir unos minutos más o desayunar tranquilamente, al fin y al cabo, es una de las comidas más importantes del día.

Nunca te acuestes sin…

Recoger la cocina. Una de las cosas que conviene hacer antes de ir a dormir es dejar la cocina lo más limpia posible, quitando los platos sucios, ya sea lavándolos o colocándolos en el lavavajillas, limpiando la pila y la encimera, evitando que quede nada a simple vista. Esta recomendación, que a simple vista parece un poco obvia, lleva poco tiempo y se puede convertir en uno de los mejores consejos de orden y limpieza, no conviene dejar que la suciedad se acumule.

Organizar el salón. Tras pasar los últimos momentos del día sentados en el sofá, apoyados en un cojín y tapados con una mantita llega el momento de acostarse. En lugar de dejarlo todo como está, lo mejor es ahuecar los cojines y colocarlos ordenadamente en el sofá, doblar la manta y recoger todo lo que queda por medio. Organizar las cosas que tenemos sobre la mesa de centro, recoger las revistas y llevarlos los platos o vasos que hayamos usado. Unos pocos minutos que cambian el aspecto de la casa por completo.

Limpiar el escritorio. Quienes trabajan desde casa seguro que están deseando finalizar las tareas para poder apagar el ordenador y no volver a acercarse a él hasta el día siguiente. Sin embargo, no es mala idea asegurarnos de que todo está en orden antes de irnos a dormir, organizando los papeles, retirando todo lo que no necesitemos tener, colocando los complementos de papelería que utilizaremos, asegurándonos de que no hemos olvidado una taza de café o té… preparándolo todo para el día siguiente.

Despejar los pasillos. A nadie le apetece recoger justo antes de irse a dormir, pero tampoco es plato de buen gusto tener que levantarse a media noche y pisar un juguete o tropezarse con una silla que no está en su sitio. Antes de que acabe el día, es mejor quitar de en medio todo lo que no tiene que estar, para ello podemos tener soluciones sencillas, como reservar una caja o cesto en el salón en el que ocultar todos los juguetes en un momento, un sistema que sea fácil para que los peques puedan hacerlo ellos mismos y se vayan acostumbrando.

Guardar la ropa. ¿Eres de los que tiene una silla en el dormitorio colocada estratégicamente para tener un sitio en el que dejar la ropa que te quitas? Estás creando un pequeño desorden a tu alrededor que no podría ser más sencillo de solucionar.

Lo ideal es, una vez que nos hemos quitado la ropa usada, doblar y guardar las prendas que así lo requieran y colocar en el cesto de la ropa sucia las que están destinadas a la colada. Una vez que dejamos una prenda sin colocar, la tentación de seguir haciéndolo será mayor, no des ese primer paso. Dejar preparado todo para el día siguiente.

Para muchas personas decidir la ropa que se van a poner es una tarea ardua, mejor dejarlo todo pensado la noche anterior, de esta forma las mañanas serán más dinámicas, más rápidas y sencillas de afrontar. Antes de irte a dormir, selecciona lo que vayas a ponerte y déjalo colgado de una percha, así tus mañanas serán más eficientes.

Disfruta del placer que supone levantarte en una casa en orden, limpia y en la que todas las tareas las puedas hacer de manera rutinaria, sin la carga mental que supone tener que pensarlo todo. Estos pequeños gestos pueden parecer arduos al principio, pero pronto descubrirás que tu mundo cambia.