Los reyes recibirán su retrato catorce años después

Este jueves salía a la venta Antonio López, pintura y escultura (Ed. TF), un recorrido por la obra del artista manchego, en cuyas primeras páginas se encontraba una imagen del rincón del estudio que posee en Madrid, tomada en mayo de este año, en la que se podía ver el esperado cuadro de la Familia Real. Patrimonio Nacional, quien encargó el retrato hace catorce años, ha confirmado a Vanitatis que la entrega se producirá en breve, aunque todavía está por determinar su lugar de exposición, que posiblemente sea el Palacio Real de Aranjuez, lugar para el que fue ideado. Sea como fuere, la Primera Familia tendrá su retrato próximamente.

Se trata de la primera ocasión en la que se tiene acceso a la obra, en la que tan sólo aparecen los reyes, las infantas y el príncipe, por propio deseo de don Juan Carlos que, ante las insistentes llamadas de López para conocer si deseaba introducir a sus yernos, prefirió ‘vetarlos’. Y lo mismo con sus nietos. Un mural de tres metros de alto por más de cuatro de ancho en el que se puede observar a don Juan Carlos con el brazo derecho sobre el hombro de la infanta Elena y dándole la mano izquierda a su mujer, la reina Sofía. La infanta Cristina sostiene una rosa blanca en su mano y la figura del príncipe Felipe todavía está tapada con papel de estraza.

Ni el ente encargado del mantenimiento de los bienes del Estado ni Zarzuela se han mostrado molestos con la inesperada publicación de la obra inacabada de la Familia Real, en la que el de Tomelloso comenzó a trabajar en 1994. Este portal ha intentado contactar con el propio López, con el que ha sido imposible mantener conversación alguna. Se desconoce pues si el pintor está o no molesto con la publicación de esta fotografía del retrato, sobre el que nunca le ha gustado pronunciarse y sobre el que ha mantenido en toda ocasión un sepulcral silencio. “Ese no se puede mostrar, claro, habrá que inaugurarlo en el lugar para el que ha sido concebido”, decía recientemente en una entrevista.  Unas palabras que vienen a indicar que no debe estar muy contento con lo sucedido.

A pesar del revuelo ocasionado, el retrato, que ya ha aparecido en dicho libro, cuyo prólogo escribe el fallecido escritor Miguel Delibes, verá la luz en cuestión de semanas. Quizá días. Porque ese es uno de los activos anexos a la leyenda de Antonio López: al tiempo que tarda en culminar sus obras se añaden las altas expectativas que genera entre el público, que se quedará con las ganas de ver a Letizia, Urdangarin o los ocho nietos reales inmortalizados por el hiperrealismo.

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