Irene Urdangarin se enfrenta al examen de conducir: muchos nervios, una tila y en la misma autoescuela que Aitana

Desde que Irene Urdangarin cumpliese los 18 años, no ha dejado de ser noticia. Hasta ahora se encontraba realizando un voluntariado en Camboya, que ya llegó a su fin. Tras ello, decidió volver a España donde, por el momento, se ha instalado en el Palacio de la Zarzuela con su abuela, la reina Sofía, como hizo el pasado invierno. Entre sus planes, se encuentra aprobar el carnet de conducir, el cual ya se encuentra en la fase práctica.

Tal y como relataba Vanitatis, una de las cuestiones más importantes para su familia. La joven aprobó el teórico en diciembre y, aunque tiene un año de margen hasta que venza el periodo habilitado para finalizar, ella prefiere darle carpetazo a este asunto este verano. La joven está realizando las clases en la autoescuela Arenal, la misma a la que acudió Aitana, quien se lo sacó hace un año.

La academia se encuentra en pleno barrio de Salamanca, muy cerca del Retiro, donde ha practicado en las primeras clases. Para el examen, le ha correspondido realizarlo en el centro de exámenes de la DGT en Móstoles. Según la revista ‘Semana’, la única hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se presentó en las últimas semanas, donde fue vista “muy nerviosa” hasta el punto de necesitar una tila para calmarse.

Mientras aprueba, su estancia aquí le permite retomar su relación con Juan Urquijo. Aunque son amigos desde pequeños, el pasado mes de septiembre apostaron por dar un paso más. “Irene vuelve muy emocionada y con muchas ganas de ver a Juan, a ver cómo evoluciona todo esto”, señalaron fuentes cercanas a Vanitatis en relación con su regreso a Madrid.

Sin embargo, este paréntesis estival también está destinado a acabar y se prevé que en septiembre Irene empiece la universidad, posiblemente en Reino Unido. Un nuevo reto en su vida con el que pondrá fin a su año sabático donde ha conocido el amor y ha viajado por el mundo. Aunque por el momento está centrada en el examen de conducir, con el que pondrá fin a un apuro que le persigue en los últimos meses.