El nefasto año de Miguel Bosé: de los Grammy latinos al juzgado por partida doble

Ayer la Academia Latina de la Grabación anunció la lista completa de los reconocidos artistas que estarán como presentadores en la 19 entrega de los Latin Grammy, a celebrarse el próximo 15 de noviembre en Las Vegas, Nevada. Entre los 26 presentadores de la gran gala de la música estará Miguel Bosé, el cantante español afincado en México, nacido en Panamá y con querencia por su casa de Somosaguas, en Madrid. Bosé está pasando uno de los momentos más delicados de su vida y ha decidido planificar con cuentagotas sus apariciones en España.

Bosé, sin embargo, ha huido de todo protagonismo en un evento en el que no suele faltar: la Gala People in Red, que celebra esta edición el 19 de noviembre en nuestro país, en Barcelona. Este medio se ha puesto en contacto con la organización y, aunque está invitado, no ha confirmado su asistencia. Miguel está muy implicado en la lucha contra el sida y año a año participaba en este evento -impulsado por la Fundación Contra el Sida- como uno de los embajadores.

En las ediciones anteriores, Miguel recibía a los invitados y posaba junto a ellos en el photocall e incluso actuaba. Sobre el escenario veremos a Amaia, Alfred, Aitana, David Bisbal y Antonio Orozco, pero tampoco a Miguel. La Gala People in Red contará con la presencia de más de 700 personas y vips como Carles Puyol, Judith Mascó, Ona Carbonell y Gemma Mengual ya han confirmado su asistencia. La de Miguel aún se espera.

La compleja relación con su madre

Bosé y su madre siempre han estado muy unidos. De hecho, a nombre de ella (de su sociedad Lumi SL) está la casa de Somosaguas que el cantante ha enseñado a varias publicaciones de decoración y que ha dejado entrever en sus redes sociales. Pero la relación se ha agriado.

Según la revista 'Pronto', a su mal momento se le suma ahora el enfrentamiento con su madre por culpa del escultor valenciano Nacho Palau, su pareja durante casi tres décadas y padre biológico de dos de sus hijos. Lucía Bosé insiste en no dejar de tener relación con la expareja de su hijo ni con sus nietos, los dos pequeños que viven ahora con el escultor en Valencia.

Al parecer, al cantante le ha sentado muy mal la decisión de su madre ya que, desde que su ex le ha llevado a juicio, ha decidido imponer el silencio y el secretismo sobre su situación con su familia y amigos. Ella afirma, según la fuente, sentirse abuela tanto con los dos niños que residen con Palau como con los dos que residen con Miguel Bosé. Este medio se ha puesto en contacto con los letrados de Palau para informarse del curso de la supuesta demanda y al cierre de esta edición no hemos recibido respuesta.

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Tal vez, esto justifique la ausencia de Miguel Bosé en la Audiencia Provincial de Madrid. El laureado cantante no acudió a acompañar a su progenitora a la vista donde la Fiscalía de Madrid le ha solicitado dos años de prisión por vender en una subasta un dibujo de Picasso que supuestamente era propiedad de la niñera de los hijos de Bosé y Dominguín.

Un juicio que se suspendió porque la defensa de las sobrinas de la nanny de los Bosé solicitaron al juez la presencia del propio Miguel, que no estaba en la sala y estaba sufriendo los coletazos mediáticos de su su separación de Palau. A Bosé hijo no se le esperaba, pero se preveía que se requiriese su presencia. Y es que según alguno de los allí presentes fue al propio cantante a quien la Tata regaló el dibujo del artista malagueño, que posteriormente vendió Lucía Bosé.

Según la Fiscalía, la acusada se apropió del dibujo, disponiendo del mismo para su venta en una subasta el 25 de junio de 2008, en la que alcanzó el precio de 198.607 euros y jamás entregó dicho dinero a los herederos de Remedios, sus sobrinas Remedios y María Pilar.

Lo que parece cercano es que Miguel irá al juzgado un par de veces en 2019, por el asunto del Picasso y por Nacho Palau. Mientras, planea la sombra de dónde notificarle, ya que Bosé es residente en México, como por ejemplo Ana Torroja, y sobre él planea también el yugo de Hacienda, puesto que le adeuda 1,8 millones de euros. Él, mientras tanto, no hace más que regalar hipnóticos besos en Instagram.