Icíar Bollaín: una hermana gemela, un marido de renombre y un cine valiente

Nominaciones y premios, aplauso de la crítica y reconocimiento del público… todo suma a la hora de reflexionar sobre el éxito de una carrera cinematográfica y lo cierto es que la de Icíar Bollaín cuenta con todo esto y mucho más. Actriz, directora y guionista, su nombre se ha convertido en sinónimo de un buen trabajo, de un cine que merece la pena ver porque siempre tiene algo que contar, una visión que ofrecernos y lo hace desde la sinceridad, la curiosidad y la inocencia que le acompaña desde niña.

Una historia de éxito que llevaba tiempo fraguándose, avanzando cada vez más veloz en busca del impulso definitivo, que llegó gracias a ‘Te doy mis ojos’. De la mano del actor Luis Tosar, con quien se ha reencontrado varias veces a lo largo de su carrera, igual que le ha sucedido con Candela Peña, consolidó su posición, tras el éxito de otras producciones como ‘Hola, ¿estás sola?’, su largometraje de debut tras las cámaras o ‘Flores de otro mundo’.

Icíar nacía en Madrid en 1967, hija de un ingeniero aeronáutico y de una profesora de música, ella no escogió seguir los pasos de ninguno de los dos, algo que sí hizo su hermana gemela Marina, cantante de ópera de profesión. De las dos, Icíar es la mayor, nació un poco antes, toda una sorpresa pues en realidad no esperaban que fueran gemelas.

En una entrevista para ‘El País’, recordaba Marina esta los viajes en coche en familia, donde todos cantaban juntos y a dos voces, también las historias de antes de dormir, cuentos inventados por su padre. Tal vez Icíar sí que haya seguido un poco los pasos de sus progenitores, al fin y al cabo ella es una narradora de historias.

"Era enfermizamente tímida"

Igual que en caso de otros rostros conocidos, ellas forman parte de una numerosa familia, crecieron rodeadas de hermanos -dos más mayores y otro menor- y primos, pero ellas formaban un equipo de dos que les vino muy bien en su infancia. “Éramos un pack”, explicaba la propia Icíar hace años para ‘El País’.

“Me venía bien, porque yo era enfermizamente tímida y Marina era la extrovertida, la que daba la cara, la portavoz. Hasta que el cine me obligó a ser yo sola y sacar la mía”. Esto sucedió a los 15 años, cuando debutó como actriz en ‘El sur’. Un papel con el que comenzó a cosechar sus primeros reconocimientos, pues su interpretación fue muy aplaudida.

Desde entonces ha hecho un poco de todo, porque aunque la actuación no entraba en sus planes, una vez que lo probó, su mundo cambió por completo. Decidió tomárselo en serio, dar clases de interpretación, contar con un representante y jugársela. Hemos podido verla en películas y series, como ‘Cuéntame’, protagonizada por Imanol Arias y Ana Duato, pero es gracias a su trabajo tras las cámaras como más disfruta.

Su vida ha tenido grandes momentos de cambio, puntos de inflexión que le han hecho replantearse las cosas y también que le han ayudado a seguir su camino. Uno de ellos fue el hecho de que el director británico Ken Loach se fijara en ella y la escogiera para su película ‘Tierra y libertad’.

Amor en películas de guerra

Una oportunidad única en la vida, pues le dio la oportunidad de trabajar bajo las órdenes de uno de los grandes, pero también trajo hasta su vida a uno de los colaboradores habituales del director, el escritor y guionista Paul Laberty. Se conocieron vestidos de milicianos -era una película sobre la guerra civil-, y desde entonces sus vidas han estado entrelazadas en lo sentimental, pues forman una sólida pareja con tres hijos, pero también en lo profesional, pues no es raro que colaboren en algunos proyectos.

Esto es lo que pasó en ‘El Olivo’, una de las películas que comparten y que está protagonizada por Anna Castillo, una de esas actrices que, como en el caso de Tosar, conviene seguir la pista, pues desde su primera incursión en el mundo de la interpretación, quedó claro que lo suyo era pura magia.

Bollaín lo vio y por eso contó con ella para esta tierna historia familiar, que le valió a la actriz su primera nominación a un Goya, que ganó, a la que luego le seguirían otras dos nominaciones. No trabaja para ganar premios, pero si así fuera podría estar tranquila, pues sus películas son reconocidas a nivel internacional.

Lejos de contentarse, siempre busca una historia nueva que contar, en ocasiones historias reales, pero siempre intentando aportar una versión de lo que sucede, un punto de vista distinto, como hizo con ‘Te doy mis ojos’, como ha hecho con ‘Maixabel’, en la que recoge la historia real de una mujer cuyo marido fue asesinado por ETA y los posteriores encuentros de esta con el asesino arrepentido, en busca de un punto de unión.

Como hemos apuntado antes, en esta ocasión no podía dejar de contar con Luis Tosar para protagonizar la cinta, un hombre que parece abocado a papeles cargados de intensidad, aunque su carácter sea mucho más alegre. En este film le acompaña Blanca Portillo, que debuta por primera vez a las órdenes de Bollaín, una gran mujer y gran actriz que se suma a la lista de talentos con los que la directora ha contado para poner voz a esas historias que siente que tienen ser contadas. Cuentos que inventa para antes de ir a dormir.