La pena de Amelia Bono y cómo se enfrenta a la vuelta a la rutina

La influencer vuelve a la rutina este lunes, 8 de enero, como la mayor parte de los españoles. Lo ha hecho vestida de sport con un top y un pantalón a juego con el que ha corrido 8 kilómetros para quemar los excesos de Navidad. También ha asistido a una clase de body pump, según ha revelado en su cuenta de Instagram.

Era precisamente en esta red social donde nos contaba qué había hecho el último día de sus vacaciones y la pena que sentía por que estas se acabaran: “Un domingo maravilloso, ¡¡¡con penita de que terminen las Navidades!!!”, escribía junto a una galería de imágenes.

En ellas la podíamos ver junto a su marido, Manuel Martos, con el que acudía a un estadio de fútbol para ver jugar a uno de sus cuatro hijos, Jaime, el más pequeño de todos y al que llama cariñosamente “mi rubito” en numerosas ocasiones. Disfrutaba Amelia junto a su familia de una soleada y fría mañana de enero en la capital, en la que nos mostraba incluso lo que había comido.

Nada de dieta para el último día de vacaciones, pues la hija de José Bono se comía unos huevos fritos con patatas fritas y morcilla antes de comenzar con el ejercicio este mismo lunes. Una comida que compartía no solo con su marido, sino también con su hermana Sofía, quien posaba feliz junto a su novio, Jacobo Navas, muy integrado en la familia y que recientemente viajaba con ellos a Roma.

Tras volver a casa, la familia se reunía en el salón familiar donde Amelia jugaba a la oca con algunos de sus hijos. Poco después, grababa a su marido bailando con sus hijos por la cocina, que le seguían divertidos en pijama y riendo, dando vueltas alrededor de la isla. Manuel Martos demostraba no solo sus dotes como bailarín, sino también lo divertido que es con sus hijos.

Es más habitual ver a Amelia marcándose unos bailes en cualquier parte, desde su casa, de vacaciones o en la misma vía pública, donde son muchas las veces que sus hijos son protagonistas junto a ella.