Harry y Meghan toman una firme decisión sobre sus hijos: se suman a la estrategia influencer para la protección del menor

Siguiendo la estela de nuestra Casa Real, era este pasado 16 de diciembre cuando el príncipe Harry y Meghan Markle compartían en sus redes sociales su famosa felicitación navideña. Por primera vez desde 2021, los duques de Sussex incorporaban en este ‘christmas’ a sus hijos, Archie, de 5 años, y Lilibet, de 3. Sin embargo, decidían hacerlo con los menores de espaldas y en tan solo una de las seis fotografías que han seleccionado minuciosamente para desear al mundo unas felices fiestas; donde también se incluyen algunas instantáneas de sus viajes a Colombia y Nigeria.

Aun así, los pequeños se convertían en los principales protagonistas de este montaje. No es para menos, gracias a este gesto hemos podido comprobar el gran cambio físico que ambos han experimentado durante todo este tiempo “en la sombra”. Sin embargo, más allá del enorme revuelo generado alrededor de su nueva estatura y sus frondosas melenas pelirrojas, herencia, en cantidad, de su progenitora y, en tonalidad, de su progenitor; si algo se ha comentado en los medios de comunicación es la firme decisión de proteger su imagen.

Tal y como apuntan desde la revista estadounidense ‘People’, la última vez que pudimos ver el rostro de Archie y Lilibet fue en diciembre de 2022 en una breve aparición en el controvertido documental de Meghan y Harry emitido en Netflix. Además, también aseguran, basándose en el testimonio de fuentes de su entorno cercano, que la actriz y el hijo de Carlos III odian compartir fotos de ellos en exceso.

De esta manera, los duques de Sussex parecen estar totalmente concienciados con el ‘shareting’, el anglicismo que alude a la práctica de compartir en redes sociales la vida de los hijos. Según un estudio de ‘Security.org’, alrededor del 75% de los padres norteamericanos comparten contenido de sus hijos en Internet. Una tendencia plagada de consecuencias negativas para su privacidad y desarrollo no solo por la futura huella digital, sino también por el posible conflicto entre la imagen que los desean construir y la que transmiten sus progenitores.

Precisamente, este movimiento está cobrando cada vez más fuerza incluso entre los propios creadores de contenido. Un claro ejemplo a nivel internacional lo encontramos en el perfil de Instagram de Chiara Ferragni con más de 30 millones de seguidores. A raíz de su divorcio, el cantante Fedez le pidió no mostrar más el rostro de sus pequeños, Leone y Vittoria, quienes, al igual que Archie y Lilibet, posan siempre de espaldas.

Si nos trasladamos al territorio nacional, esta decisión también la tomaron Tomás Páramo y María García de Jaime con sus hijos Tomás, Catalina y Federico. “Por ejemplo, a Tomás no le sacamos desde que empezó a ir a primaria. Si lo ven por la calle sin nosotros ya no le conocen, porque en lo único que subimos de él se le ve de espaldas o muy de perfil”, aseguraron en su visita a ‘La mala reputación’, el podcast de Vanitatis.

Por si fuera poco, esta misma semana sus amigos, Pablo Castellanos y María Pombo, hacían lo propio con su primogénito, Martín. El pequeño al que hemos conocido crecer en redes sociales ha pasado a la ‘pose influencer’ y su rostro no volverá a ser visto en aras de proteger su imagen e intimidad.

Visto lo visto, aparecer de espaldas es la tendencia del futuro para los hijos de los famosos, al menos en las redes sociales; y por supuesto Harry y Meghan no podían no estar a la última.