Quién es el youtuber Carles Tamayo: desde infiltrarse en una secta hasta capturar al pederasta de El Masnou
Nacido en Barcelona, concretamente en El Masnou, el creador de contenido tiene una legión de seguidores que le acompañan en todas sus arriesgadas aventuras
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F519%2F795%2F0ba%2F5197950ba96eeddaa44da449fe76e22b.jpg)
Su documental ‘Cómo cazar a un monstruo’, en Amazon Prime, puso el nombre de Carles Tamayo en boca de todos, convirtiéndose en uno de los temas más comentados y analizados. En él, como su mismo nombre indica, Tamayo se dedica a cazar a un monstruo, concretamente a Lluís Gros, condenado en 2022 a 23 años y 8 meses de prisión por abusos sexuales y corrupción de menores, cometidos entre 2007 y 2011, cuando el acusado regentaba un conocido cine de El Masnou. Localidad de la que es el propio Tamayo y por lo que conocía a este sujeto desde niño, debido a que este permitía al joven proyectar sus trabajos en la sala que regentaba.
Su investigación fue fundamental para poder detener, por fin, a Gros tras meses librándose de la cárcel. Para más inri, fue el mismo acusado quien se puso en contacto con el periodista para proponerle hacer un documental sobre su vida y de esta forma lavar su imagen. Aquí comienza una extensa investigación en la que el objetivo de Tamayo era averiguar por qué, a pesar de su condena, todavía no había entrado en prisión, y hasta aquí podemos leer.
Pero no es la primera vez que el joven se involucra en un tema peliagudo. El youtuber de 29 años lleva años investigando diferentes tipos de casos, lo que le ha hecho tener un público fiel que le sigue en cada una de sus aventuras, siendo considerado uno de los creadores de contenido más valorados de Internet.
Su carrera empezó en la ESCAC, donde estudió Dirección Cinematográfica, lo que le permitió acceder a ‘Catalunya Ràdio’ o a la ‘BBC World News’ como realizador independiente. Pero no fue hasta 2019 cuando se atrevió a dar un paso más allá, creándose un canal de YouTube y más tarde uno de Twitch, donde sus investigaciones fueron acumulando más y más seguidores.
Uno de sus trabajos más comentados fue su infiltración en la secta sevillana ‘El Palmar de Troya’, una agrupación a la que pertenecen decenas de personas y de la que resulta muy difícil escapar. A través de una cámara oculta, Tamayo demostró cómo se iniciaba la inmersión en la misma y denunció las prácticas que se producían, como la cesión de bienes o el aislamiento familiar. Confirmó que, para salir de ahí, tuvo que escaparse de noche.
Asimismo, otro de sus trabajos más destacados fue el desmantelamiento de una estafa piramidal en un organismo llamado ‘IM Mastery Academy’. Una institución que garantizaba ganar dinero a través de las criptomonedas sin necesidad de trabajar y que terminó siendo denunciada por Tamayo, lo que resultó en la detención de ocho personas.
Considerado el nuevo Jordi Évole, a quien admira desde que era pequeño y del que afirma que uno de sus documentales le cambió completamente la vida, Tamayo se caracteriza por ser una mente inquieta y curiosa, dispuesta a denunciar todo aquello que considera que es injusto o está mal, con su cámara como un complemento más, llegando a grabar, incluso, el intento de robo de su móvil. De esta misma forma, su participación en varios podcasts y programas, donde trata temas como las relaciones tóxicas, entre otros temas sociales, habla de su fuerte conciencia ante el mundo que le rodea, al igual que Inés Hernand o Judith Tiral, que son, además, grandes amigas suyas.
Carles Tamayo es uno de los hombres de moda de este momento, siendo una figura que despierta la curiosidad de los medios y llegando a ser entrevistado en uno de los podcasts más relevantes de nuestro panorama: ‘La pija y la quinqui’.
Su documental ‘Cómo cazar a un monstruo’, en Amazon Prime, puso el nombre de Carles Tamayo en boca de todos, convirtiéndose en uno de los temas más comentados y analizados. En él, como su mismo nombre indica, Tamayo se dedica a cazar a un monstruo, concretamente a Lluís Gros, condenado en 2022 a 23 años y 8 meses de prisión por abusos sexuales y corrupción de menores, cometidos entre 2007 y 2011, cuando el acusado regentaba un conocido cine de El Masnou. Localidad de la que es el propio Tamayo y por lo que conocía a este sujeto desde niño, debido a que este permitía al joven proyectar sus trabajos en la sala que regentaba.