Descubrimos a la nueva pareja del dueño de Marqués de Murrieta

Vicente Cebrián-Sagarriga (48), empresario y presidente de las bodegas Marqués de Murrieta en La Rioja y Pazo Barrantes en Galicia, es un hombre discreto dedicado a su trabajo, con poca vida social salvo lo relacionado con las bodegas, propiedad de su familia, y que siempre ha sido considerado uno de los solteros de oro de la jet. Una de las últimas convocatorias que tuvo una gran repercusión mediática fue la inauguración por parte del rey emérito don Juan Carlos de la rehabilitación de castillo de Ygay, el emblemático edificio que preside la bodega.

En aquel acto el ex jefe del Estado y el conde de Creixell (título que ostenta desde la muerte repentina de su padre) brindaron con uno de los vinos preferidos del monarca, que también lo es de su hijo el rey Felipe. De hecho, uno de ellos fue el elegido por el hoy Rey para su boda con la periodista Letizia.

Su actividad pública y empresarial poco tiene que ver con el mundo del corazón. Han sido algunas de sus amistades con repercusión mediática como Eugenia Martínez de Irujo o su noviazgo con María León los que actualizaron su perfil ajeno a su dedicación en la bodega familiar. No es una publicidad que busque, pero es consciente de que es de interés público en momentos determinados.

Su nueva acompañante

Hace unos días, el domingo pasado acudió al estadio Santiago Bernabéu, donde se enfrentaba el equipo de casa contra el Atlético de Madrid. Se le pudo ver en el palco acompañado de una joven que resultó ser su novia o eso se comentaba. La chica en cuestión se llama Gabriela Álvarez de León-Sastre, tiene 34 y es de Madrid. Tiene un currículum académico brillante y bilingüe francés-inglés. Estudio Administración de Empresas en ICADE y más tarde Publicidad y Relaciones Públicas en París. Ha trabajado en varias firmas en puestos directivos hasta que montó su consultora de desarrollo de Negocios Tecnológicos y de Movilidad Eléctrica.

Uno de sus clientes más importantes es la firma Mercedes-Benz, de la que se encarga a nivel mundial. Se conocieron a través de amigos comunes, que la definen como “una chica encantadora, educada, con sentido del humor y muy inteligente. Son una pareja que se complementan perfectamente. Los dos son brillantes en sus trabajos y se dedican a lo que les gusta”.

Vicente Cebrián-Sagarriga tuvo que hacerse cargo de la bodega al morir su padre. Forma parte de una familia muy unida y comprometida con la bodega Marqués de Murrieta. La firma es un referente de calidad en más de cien países y la preferida de Casa Real.