Vendida la que fue la mansión de Antonio el Bailarín, protagonista de los Paradise Papers

En lo que queda de la Marbella de Alfonso Hohenlohe solo hay una casa que tiene en el fondo de la piscina una serigrafía de Pablo Picasso. Se trata de El Martinete, en primera línea de playa, una mansión que es "una Alhambra en miniatura”, según dijo su primer propietario, Antonio Ruiz Soler (1921-1996), apodado el Bailarín, el bailaor y director artístico español más afamado de la segunda mitad del siglo XX, el hombre que participó en más de 40 musicales de la Metro-Goldwyn-Mayer Studios.

La propiedad es digna de un magnate de Hollywood: 9 habitaciones, 9 baños, 1.904 metros cuadrados y 4.017 metros de parcela chocando con el paseo marítimo de la capital de la Costa del Sol. Pues bien, la casa ha sido vendida a través de la casa de subastas Concierge Auctions, que finalizó su puja con éxito el pasado 31 de mayo. La casa estaba en venta por 14 millones de euros y aún no se ha revelado el precio definitivo de compra y figura como 'sale pending'.

La firma inmobiliaria tiene el cuartel general en Nueva York y es una especie de Christie's del ladrillo, que ya ha vendido también la casa de Gunilla von Bismarck, Villa Sagitario, que figuraba a nombre de una sociedad española y que misteriosamente ha desaparecido de la web de subastas, cuando se formalizó la venta (suelen figurar las viviendas con el precio final).

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Concierge ha entrado en España con fuerza y puso su primera pica en Europa hace un año en Saint-Tropez. Esta firma monta alrededor del mundo subastas inmobiliarias de lujo y ha vendido mansiones a vips como Michael Jordan o Cher.

Una casa con pasado offshore

La casa de Antonio el Bailarín pasó a pertenecer a la sociedad Parus Enterprises SL desde 1995, cuya administradora única es la ciudadana británica E. L. S. Tanto la sociedad limitada, que es propietaria de la casa, como sus últimos beneficiarios, los británicos E. L. S. y N. J. S., están vinculados a un complejo entramado de entidades registradas en los paraísos fiscales de las Seychelles y Mauricio. La sociedad Blenheim PPC (Mauricio), con la ayuda del proveedor de servicios ‘offshore’ Appleby, se encarga parcialmente de las gestiones derivadas de la administración de la casa El Martinete y sus actividades económicas.

El caso de El Martinete es solo uno entre los muchos hallados durante la investigación Paradise Papers, nacida de una filtración de más de 11 millones de documentos obtenidos por el diario alemán 'Süddeutsche Zeitung' y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), El Confidencial y La Sexta en España y otros 94 medios internacionales.

Son decenas las casas compradas en España por sociedades registradas en paraísos fiscales que aparecen en la documentación analizada. Destacan la Costa del Sol y el entorno de Marbella como uno de los lugares favoritos para ese tipo de operaciones. Los expertos en el mercado inmobiliario consultados hablan de varias razones para adquirir casas de forma indirecta a través de una sociedad limitada. Los propietarios de esta mítica vivienda le debieron ver (y mucho) las ventajas fiscales y su caso es llamativo al tratarse de una casa que forma parte de la historia de Marbella, que se teje en un rosario de espléndidas mansiones que cambian silenciosas de propietario perdiendo parte del glamour de esta ciudad de la Costa del Sol.

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Por cierto, para los mitómanos decir que esta casa guarda muchos secretos, unos confesables y otros no. Fue escenario de fiestas, desvelos y de los amores de Antonio el Bailarín y Cayetana Martínez de Irujo, duquesa de Alba, relatados en detalle por Paloma Barrientos, en la revista 'Tiempo'. Amores que tuvieron su fruto. Era 1984 y esta claramente es otra historia.