Raquel del Rosario habla sin miedo del trastorno de su hijo: el autismo

“De alguna manera siempre he dejado entrever que es un niño diferente”, escribía Raquel del Rosario en su blog en la revista 'Elle', en un valiente post en el que hablaba sin tapujos de la enfermedad que sufre su hijo. “Aún recuerdo el día que nos sentaron a Pedro [su marido] y a mí para darnos los resultados, en medio de un ambiente dramático, con tono muy suave y unas palabras elegidas meticulosamente, nos dijeron que creían que lo mejor para Leo era entrar en el programa de niños con TEA (trastorno del espectro autista)”.

La canaria confiesa que sintió entonces “una sensación de alivio enorme, porque supe que iba a empezar a trabajar con gente especializada y, sobre todo, que iba a relacionarse con niños que veían el mundo de una forma similar a como él lo hacía”.

Además, afronta el futuro de su hijo con valentía y optimismo: “Ahora tiene un vocabulario amplio, aunque le cueste ordenar frases y no mezclar el inglés con el español, y cada día me sorprende con algún progresito que, por pequeño que sea, para mí es un mundo”.

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“Y esta es la historia del niño hada”, escribe para finalizar este pequeño pero importante capítulo de sus vidas. “El niño que ha venido a enseñarnos que el lenguaje del amor no entiende de palabras ni de idiomas, que existen otras formas de ver y percibir el mundo, que a menudo hay que soltar el control de las cosas para dejarlas ser, a su manera, y abrazarlas así, del modo que nos han sido dadas, agradecidos, y solo entonces descubrir el regalo que envuelven. Porque él no me eligió por casualidad”.

La que fuera vocalista de El Sueño de Morfeo está felizmente instalada en Estados Unidos con su segundo marido, el director de fotografía gallego Pedro Castro, con quien se casó en una estricta intimidad el 4 de noviembre de 2013.

Raquel del Rosario ha querido compartir también en su cuenta de Instagram su agradecimiento por el apoyo que ha recibido tras abrir su corazón en estas palabras. “Me siento abrumada, no sé qué decir ante esta oleada de cariño”, escribía junto a bonita imagen de ella con sus hijos en la playa. “Qué difícil es a veces abrir el corazón, mostrar nuestra vulnerabilidad, nuestros miedos y vergüenzas. Pero una vez lo hacemos, qué liberador es sentir cómo se produce una sanación. Llámenme loca, pero creo haber visto un gesto de agradecimiento en la mirada de Leo esta mañana”.