Isabel Preysler revela que comenzó a sentirse libre con Carlos Falcó, tras su divorcio con Julio Iglesias

Una de las personalidades más icónicas de la crónica social española ha vuelto a ser el centro de atención tras su aparición en un desfile de Pedro del Hierro, marca con la que lleva varios años colaborando. En la reciente entrevista concedida a ‘El Mundo’, la socialité ha revelado detalles íntimos sobre su vida personal y su relación con la moda, la fama y la libertad que en la actualidad disfruta.

Isabel Preysler llegó al evento de moda vestida con una falda de lentejuelas doradas y botas negras, demostrando una vez más su estilo inconfundible, que sigue cautivando a todos. A pesar de su modestia al afirmar que no se considera un referente de la elegancia, es difícil no asociar su nombre con esa palabra. “Para mí, la elegancia es la naturalidad. Yo siempre he seguido el 'menos es más'”, indicó al citado medio, mencionando como modelo de elegancia a la icónica Audrey Hepburn.

En esta misma conversación, la madre de Tamara Falcó también habló sobre su vida privada, mostrando una faceta más relajada y natural. Es decir, Preysler confesó que lleva tiempo trabajando en superar ciertas manías, como su obsesión con los gérmenes, algo que ha sido todo un reto para ella, especialmente con sus nietos.

A pesar de su imagen pública casi inquebrantable, la expareja de Mario Vargas Llosa admite que hay muchos mitos a su alrededor, como el hecho de que no coma. "Es mentira, me encanta la tortilla de patata y la paella", señaló con humor.

Uno de los aspectos más sorprendentes de la entrevista fue su reflexión sobre el amor. La empresaria reveló que, aunque en el pasado no se sintió completamente libre, comenzó a experimentar esa libertad a partir de su segundo matrimonio, concretamente con Carlos Falcó, puesto que su primer marido fue Julio Iglesias. Ahora, en una etapa más madura de su vida, y tras haber roto su relación con el escritor peruano, Isabel Preysler disfruta plenamente de su independencia. “Ahora puedo leer en la cama antes de dormir, no como antes. Estoy sola y encantada”.

De este modo, esta entrevista también muestra a una Preysler más reflexiva, comprometida con la defensa de los derechos de las mujeres y el papel que estos deben tener en la sociedad, así como muy libre a la hora de responder sobre diversos temas con total naturalidad.