Sí, hay un 1% de alérgicos al protector solar y estas son las razones
A pesar de que es un cosmético básico para combatir los efectos nocivos del sol, fijarse en la composición del protector solar es primordial para evitar cualquier tipo de alergia, sobre todo si se tiene la piel sensible
Cada año ansiamos la llegada del verano para poder irnos de vacaciones y poder disfrutar de la playa y el sol. Y aunque tomarlo en su justa medida es de lo más beneficioso para nuestro organismo, cuando abusamos de él, nuestra piel corre el riesgo de sufrir arrugas, manchas, envejecimiento prematuro, intolerancias y alergias. De hecho, es primordial no abusar de él y protegerse adecuadamente cuando nos expongamos: “Para que el fotoprotector sea efectivo hay que aplicar 2 mililitros de producto por cada centímetro cuadrado de piel. Por eso un envase no puede durarte todo el verano”, advierte Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher. Sin embargo, no solo es importante aplicarse una buena cantidad de protector solar, sino que también es crucial elegir el más adecuado para cada tipo de piel, ya que las más sensibles, sobre todo, pueden experimentar enrojecimiento, picor o una erupción cutánea.
Y aunque sufrir alergia a estos cosméticos no es habitual –los datos reflejan que menos del 1% de las personas son alérgicas a estos productos–, sí que estos incluyen en su formulación ciertos ingredientes que pueden resultar irritantes para las personas de piel sensible. “Sufrir cierta irritación con algunos filtros solares químicos puede llegar a ser común. Estos son sustancias aromáticas muy volátiles que pueden causar irritación y picor, sobre todo en la zona periorbicular. Pero la mayoría de las veces no es alergia al propio filtro, sino a las sustancias, no fotoestables, incluidas en la fórmula del producto”, explica Arturo Álvarez-Bautista, doctor en nanotecnología y formulador cosmetólogo.
Al igual que cualquier persona puede tener en algún momento de su vida una alergia o sensibilidad alimentaria, ocurre lo mismo con respecto a los muchos ingredientes que componen la formulación de los protectores solares, así como de cualquier otro cosmético. “Normalmente, una piel sensible es mucho más reactiva a cualquier nuevo agente externo. Un filtro solar no es más susceptible de provocar una alergia que cualquier otro ingrediente cosmético. Aunque es cierto que una carga importante de este tipo de sustancias puede aumentar el riesgo de una reacción alérgica”, aclara el experto.
Si tu piel es sensible y reacciona con una alergia de contacto, notarás picor, enrojecimiento e inflamación. Además, si sigues exponiéndola al agente irritante, la reacción se volverá cada vez más vigorosa y el picor, o hasta picazón, puede aparecer rápidamente incluso antes de la reaplicación del producto. Por eso lo aconsejable es que “elijas un protector solar suave y respetuoso con la dermis, que no contenga fragancias químicas, ni parabenos, ni ftalatos, para evitar las irritaciones”, aconseja Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics. En este caso, los que contienen filtros físicos, que son habitualmente nanopartículas minerales (óxido/dióxido de zinc o de titanio) que reflejan las radiaciones solares haciendo una pantalla y evitando que los rayos UVA y UVB lleguen a la piel, son los más recomendables.
Los químicos, en cambio, “son sustancias químicas que absorben la radiación solar ultravioleta y la emiten como radiación térmica inocua para la piel. Según la longitud de onda que absorban pueden ser filtros UVB, UVA y de amplio espectro”, revela Pilar Hernández Bonilla, farmacéutica y fundadora de Bonaloa Skincare. Eso sí, hay que tener precaución con algunos componentes usados como en esta opción, pues “los hay que son tóxicos y/o contaminantes para el medioambiente, e incluso algunos que, tras un uso prolongado, se acumulan en la piel, siendo muy perjudiciales a largo plazo”, añade la experta, quien a continuación expone cuáles son los componentes de los protectores solares más perjudiciales para la salud:
• PEG-25 PABA. Compuesto etoxilado derivado del óxido de etileno que, a pesar de su toxicidad (es un compuesto cancerígeno), sí está admitido en forma de trazas en las formulaciones.
• Homosalate. Es uno de los más utilizados a pesar de no proteger frente a los rayos UVA. Interfiere con estrógenos, andrógenos y progesterona.
• Phenylbenzimidazole sulfonic acid. Produce radicales libres cuando se expone a la luz solar, pudiendo dañar el ADN de las células.
• Octocrylene (Octocrileno). Puede provocar dermatitis graves al ser expuesto a la luz.
• Octinoxate (octilmetoxicinamato). Disruptor endocrino y de la hormona tiroidea.
• 4-Methylbenzylidene camphor (4MBC). También es un disruptor endocrino y puede perjudicar la tiroides.
• Benzophenone-4Benzofenonas. Es irritativo de las mucosas.
Tenlo en cuenta a la hora de comprar si te has notado cierta sensibilidad o consulta con tu farmacéutico.
Cada año ansiamos la llegada del verano para poder irnos de vacaciones y poder disfrutar de la playa y el sol. Y aunque tomarlo en su justa medida es de lo más beneficioso para nuestro organismo, cuando abusamos de él, nuestra piel corre el riesgo de sufrir arrugas, manchas, envejecimiento prematuro, intolerancias y alergias. De hecho, es primordial no abusar de él y protegerse adecuadamente cuando nos expongamos: “Para que el fotoprotector sea efectivo hay que aplicar 2 mililitros de producto por cada centímetro cuadrado de piel. Por eso un envase no puede durarte todo el verano”, advierte Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher. Sin embargo, no solo es importante aplicarse una buena cantidad de protector solar, sino que también es crucial elegir el más adecuado para cada tipo de piel, ya que las más sensibles, sobre todo, pueden experimentar enrojecimiento, picor o una erupción cutánea.