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La pionera en llevar pantalones en el deporte fue una española con historia de leyenda
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Historia del tenis

La pionera en llevar pantalones en el deporte fue una española con historia de leyenda

Escandalizó al Londres de los años 20 y 30 y fue la reina del tenis, el automovilismo, el esquí y el patinaje, entre otros. Lilí Álvarez, la deportista que nunca debe ser olvidada

Foto: Lilí Álvarez en el North London Tennis Tournament en Highbury, London. (Getty)
Lilí Álvarez en el North London Tennis Tournament en Highbury, London. (Getty)

En lo que llevamos de Juegos Olímpicos, ya hemos hablado de moda más de lo que pensamos. De los jerséis que teje Tom Daley a los uniformes lucidos por el equipo de gimnasia de Alemania (que optaron por lucir un modelo que cubría las piernas hasta los tobillos) o la batalla que ha emprendido el equipo femenino de balonmano playa de Suecia por poder jugar con un coulotte, la moda ha estado a debate. Y esta no ha sido ni la única ni la primera vez que sucede. Antes de estas Olimpiadas, ya se habían comentado mucho los outfits de Serena Williams o, incluso, las camisetas sin mangas de Rafael Nadal.

Pero no debemos pensar que esta polémica es nueva, porque no es ni tan siquiera reciente… ni de este siglo. El mundo del deporte lleva décadas desafiando a la sociedad con apuestas que primero causan escándalo, luego debate y al final se acaban aceptando como algo normal.

placeholder Lilí Álvarez
Lilí Álvarez

De eso sabía mucho la primera estrella internacional que nuestro país tuvo en el tenis. Mucho antes de que Conchita Martínez o Arantxa Sánchez Vicario nos pegaran al televisor para ver sus finales en Wimbledon o Roland Garros, la española (nacida en Roma), Lili Álvarez se convirtió en un personaje muy popular en el mundo entero. De hecho, llegó a ser calificada como la segunda mejor jugadora de su tiempo, y eso que el tenis solo era uno de los muchos deportes que practicaba: el esquí o el patinaje tampoco se le daban nada mal.

placeholder Arantxa Sánchez Vicario e una imagen de archivo. (Getty)
Arantxa Sánchez Vicario e una imagen de archivo. (Getty)

Lilí era todo un icono de los años 20 y 30 en Europa y a tal nivel llegó su fama que, como reconocía en una entrevista al periódico ABC en 1975, se la rifaban las mejores diseñadoras del momento: “El tenis es un deporte que de por sí ya es elegante y es elegante porque tuvo en sus comienzos la suerte de ser el rendez-vous en la Riviera de todos los reyes. Fue el primer deporte en que la mujer tuvo una actuación resonante. En mi época tenían más importancia los partidos de tenis femeninos que los masculinos. Allá por los años 20, Susana Langlen, Helen Wills y yo fuimos las primeras en desarrollarlo y conseguir que se pusiese de moda entre la mujer, a pesar de que eran poquísimas las que lo practicaban. En su vestuario, fuimos introduciendo joyas en la cabeza, lazos de color rosa y muchas cosas más. Éramos la atracción de París, Londres, etc. A mí me vestía Chanel, Patou, Schiaparelli y la casa Rolls Royce me regalaba coches”.

placeholder  Elsa Schiaparelli, creadora de la falda pantalón en los años 30. (Getty)
Elsa Schiaparelli, creadora de la falda pantalón en los años 30. (Getty)

Eso sí, no fueron sus lazos y sus joyas lo que hicieron que Álvarez pasara a la historia de la moda, sino la polémica que generó su atuendo para el North London Tennis Tournament. Como se le puede ver en las fotos de la época, para aquella ocasión la deportista española se alió con la diseñadora Elsa Schiaparelli para revolucionar las canchas de tenis. ¿Cómo lo hizo? Sustituyó la falda por una falda pantalón (o falda partida en dos, como se recoge en algunas publicaciones del momento). La sociedad londinense de la época calificó aquel atuendo (que se completaba con una blusa sin mangas) de poco femenino influido posiblemente por el escándalo generado por la novela lésbica ‘El pozo de la soledad’, de Radclyffe Hall.

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El libro acabó en el juzgado y prohibido, lo que explica que la reivindicativa idea de Álvarez no fuera vista con buenos ojos aunque sí consiguió que la tenista española y la diseñadora italiana pusieron ‘una pica en Londres’, abriendo un debate del que la deportista se haría adalid. Lilí fue una de las primeras feministas del deporte, gracias a sus reivindicaciones sobre la situación de la mujer o a las veces que plantó cara a los hombres en su mismo terreno, como cuando ganó el Campeonato de Cataluña de Automovilismo siendo la única participante femenina.

Foto: La equipación de Estados Unidos en la ceremonia de clausura en los JJOO de Río. (Cortesía Ralph Lauren)

Casi cien años después de aquellos triunfos de Lilí, y tras leer las polémicas sobre los uniformes y la indumentaria femenina en Tokio 2020, se hace más necesario que nunca reivindicar la figura de esta deportista, la primera en participar en unos Juegos Olímpicos (en París 1924) y una de las primeras en darse cuenta que había muchas cosas que se tenían que cambiar.

En lo que llevamos de Juegos Olímpicos, ya hemos hablado de moda más de lo que pensamos. De los jerséis que teje Tom Daley a los uniformes lucidos por el equipo de gimnasia de Alemania (que optaron por lucir un modelo que cubría las piernas hasta los tobillos) o la batalla que ha emprendido el equipo femenino de balonmano playa de Suecia por poder jugar con un coulotte, la moda ha estado a debate. Y esta no ha sido ni la única ni la primera vez que sucede. Antes de estas Olimpiadas, ya se habían comentado mucho los outfits de Serena Williams o, incluso, las camisetas sin mangas de Rafael Nadal.

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