La estrecha relación de Eleonore, la novia real más cool, con la infanta Pilar

El pasado 29 de enero, durante la celebración del funeral de la infanta Pilar, quien había fallecido días antes a los 81 años víctima del cáncer, hubo una presencia real que llamó la atención, la de una chica joven y rubia que acudía al sepelio junto a un hombre mayor. Su asistencia sorprendió sobre todo porque a eventos de este carácter no suelen acudir miembros jóvenes de otras familias reales a no ser que tengan un lazo directo con el difunto. Ni siquiera acudieron Froilán y Victoria Federica o los hermanos Urdangarin, de quienes Pilar era tía abuela.

Hablamos de Eleonore de Habsburgo Lorena, archiduquesa de Austria e hija de Francesca Thyssen, quien hizo acto de presencia en el funeral acompañando a su padre, Carlos de Austria Este. A sus 26 años, esta joven diseñadora de joyas no quiso faltar al último adiós a la hermana de don Juan Carlos en El Escorial, con la que la unía un vínculo de lo más especial. Y es que la duquesa de Badajoz era su madrina de bautizo. De ahí que uno de los nombres de Eleonore sea María del Pilar, en honor a la difunta infanta, y de ahí que se vistiera de luto y viajara hasta Madrid para estar en la ceremonia.

Pero... ¿de dónde viene ese estrecho vínculo entre ambas familias? La infanta Pilar y su marido, Luis Gómez-Acebo, eran grandes amigos del barón Thyssen, abuelo de la novia, y jugaron un papel fundamental para que la increíble colección de arte que este poseía se hospedara en España, en el que es hoy el Museo Thyssen-Bornemisza. El resto de la familia, incluida Francesca, la hija que el barón tuvo con su tercera esposa, Fiona Campbell Walter, también mantenía una buenísima relación con la duquesa de Badajoz, de ahí que cuando fue madre por primera vez, Francesca la eligiera para ser la madrina de su hija.

Ahora, siete meses después de despedir a su madrina, Eleonore ha cumplido uno de sus sueños. Este lunes, 20 de julio, le daba el 'sí, quiero' a Jérôme d'Ambrosio en una ceremonia íntima y civil celebrada en Mónaco. La pareja tenía pensada una boda por todo lo alto. Sin embargo, la pandemia ha provocado que cambiaran sus planes, aunque todavía siguen manteniendo la idea de una gran fiesta a la que seguro que no falta lo más selecto del Gotha. Como aperitivo, Eleonore ya nos dejaba con un look nupcial que tardaremos en olvidar.

La archiduquesa ya se ha convertido por derecho propio en la novia real más cool del año -con permiso de Beatriz de York- al decantarse por un vestido corto con escote palabra de honor terminado en un gran volante, un diseño de Carolina Herrera que combinó con unas sandalias de tiras cruzadas y un favorecedor tocado de redecilla. Como joyas, la novia lucía unos vistosos pendientes blancos en cascada y el impresionante anillo de diamantes de su compromiso. Una demostración de elegancia y frescura no tan habitual en los círculos de la realeza.

Al enlace acudieron solo los familiares directos de la familia, entre ellos, los padres de la novia, Francesca Thyssen y Carlos de Habsburgo, separados desde hace años. Este último conoce muy bien los estragos del coronavirus, pues fue el primer royal que dio positivo en covid-19, del que ahora se encuentra plenamente recuperado. Tampoco faltaron los hermanos de la novia, Gloria -quien actuó como testigo- y Ferdinand, a los que está muy unida