Los hermanos Menendez y la historia real tras el parricidio más famoso de los 90: guía para seguir el ‘true crime’ de Ryan Murphy
Este jueves se estrena la ficción que repasa la historia de los dos hermanos que asesinaron brutalmente a sus padres en agosto de 1989. Descubrimos qué hay de cierto en la trama
Este jueves, vuelve a nosotros el mundo abigarrado, colorista y barroco de Ryan Murphy, ese creador audiovisual que, serie a serie, se ha convertido en una marca que se vende por sí sola. Y lo hace con otra de sus series antológicas, esas que cada temporada nos ‘asustan’ con una nueva temática. Porque, desde que estrenó ‘American Horror Story’, la mayoría de sus seriales se aproximanbastante al género del horror. Algunas secuencias de ‘Feud’ (sobre todo su primera temporada, ‘Bette y Joan’) o de ‘American Crime Story’ rivalizarían con títulos de popes del terror como Wes Craven o John Carpenter. Pero con una estética mucho más camp, abigarrada y extravagante; un estilo que se ha convertido en el sello propio de Murphy.
Tras el éxito de ‘Dahmer’, vuelve su ‘Monstruos’, esta vez para contarnos la historia de Lyle y Erik Menendez, dos hermanos que asesinaron a sus padres, Mary Louise Menendez y José Menendez, en el mes de agosto de 1989. Esto último podría parecer un spoiler pero es, en realidad, uno de los muchos elementos de una historia morbosa y retorcida que hará las delicias de los fans del ‘true crime’. Aunque no se busque justificar lo que los jóvenes hicieron, sí que se ahonda, como ocurre siempre en este tipo de producciones, en la humanidad de esos dos monstruos. Ya saben, desde que Frankenstein demostró su ternura con aquella niña que cogía una flor y a la que después mataba sin querer, se ha convertido en una tradición explorar el lado luminoso de los seres más siniestros.
Lo que podemos saber, retrocediendo a la vida privilegiada de la jet norteamericana en la década de los 90, es que hubo un juicio. También que se barajaron dos hipótesis de los fiscales y de la defensa para explicar el parricidio. La acusación afirmó que los dos hermanos, casi adolescentes por entonces (tenían 18 y 21 años) cogieron la escopeta para poder heredar un patrimonio multimillonario. La defensa se centró en los abusos sexuales a los que habrían sido sometidos por parte del progenitor. Pero este extremo jamás pudo demostrarse en el juicio.
Desde la condena hasta hoy, ellos han pasado más de dos décadas insistiendo en ese extremo de los abusos. Especialmente Lyle, que concedió una entrevista a la cadena ABC en la que reprochaba la actitud de su progenitora frente a lo que les hizo el padre. “Ella tuvo que tomar una serie de decisiones para no contar lo que estaba sucediendo. ¿Qué tipo de madre deja que eso ocurra?”, se preguntaba.
Hace apenas un mes, el caso ha dado un giro sorprendente que no habrá sido incluido (por problemas de tiempo) en el serial. Y tiene que ver con un cantante, Roy Rosello, que ha participado en un documental sobre esta historia, titulado ‘Menendez + Menudo: Boys Betrayed’. Un primo de la estrella recibió una carta en enero de 1989 del mismísimo Erik Menéndez, el segundo hermano en discordia (esto fue, recordemos, antes del asesinato que se produjo en agosto). En la misiva, el entonces joven relataba los abusos de su padre.
La carta es tan significativa que los abogados de los dos hermanos han pedido un ‘habeas corpus’ (esto es, la reapertura del caso si no se había tenido en cuenta una prueba crucial para el caso) ante el Tribunal Superior de Los Ángeles. Pero a estas alturas, quedan dudas de si una carta de hace 35 años podría cambiar algo o aliviar los años que los Menendez han pasado tras las rejas.
Aunque lo mejor de cualquier ficción, ya saben, es que esta no juzgue a sus personajes, y eso es justo lo que se espera de la serie de Ryan Murphy. Una producción que ofrecerá esteticismo en cada fotograma y dará una vuelta de tuerca a la historia de estos jóvenes parricidas. Sin necesidad de justificarlos pero sí de entenderlos. Desde que el hombre es hombre, las historias reales de crímenes siempre nos han interesado. Si en el siglo XIX leíamos las gacetillas de noticias sobre asesinatos como el de la calle Bordadores de Madrid, ahora seguimos las crónicas más negras de los programas de televisión (cada día más amarillas, por cierto). Y nadie parece saberlo tan bien como Ryan Murphy, que vuelve a recordarnos lo mucho que nos atrae el lado oscuro del ser humano.
Este jueves, vuelve a nosotros el mundo abigarrado, colorista y barroco de Ryan Murphy, ese creador audiovisual que, serie a serie, se ha convertido en una marca que se vende por sí sola. Y lo hace con otra de sus series antológicas, esas que cada temporada nos ‘asustan’ con una nueva temática. Porque, desde que estrenó ‘American Horror Story’, la mayoría de sus seriales se aproximanbastante al género del horror. Algunas secuencias de ‘Feud’ (sobre todo su primera temporada, ‘Bette y Joan’) o de ‘American Crime Story’ rivalizarían con títulos de popes del terror como Wes Craven o John Carpenter. Pero con una estética mucho más camp, abigarrada y extravagante; un estilo que se ha convertido en el sello propio de Murphy.