El almuerzo de Mariano Rajoy en un local vinculado con Iñigo Onieva y Tamara Falcó

La vida social de Mariano Rajoy es toda una incógnita. Cuando el pasado 25 de febrero José María Aznar celebraba su 70 cumpleaños a lo grande en el Teatro Real de Madrid llegando a reunir un total de 200 invitados, entre los que destacaban los nombres de muchos de los ministros de sus gobiernos como Mayor Oreja, Michavila, Trillo, Álvarez Cascos, Esperanza Aguirre, Isabel Tocino o incluso los nuevos rostros del Partido Popular, Feijoó, Almeida y Ayuso, su nombre no estuvo en la lista. A pesar de que estaba invitado, por alguna razón no acudió a festejar al que había sido su jefe de filas. De esta manera, mantenía un rastro prácticamente indetectable.

Su agenda política dejó de existir desde el momento en el que abandonó la presidencia del Gobierno, volvió a la vida civil y retomó su trabajo como registrador de la propiedad. Aunque sí hubo alguna imagen suya el verano pasado en Sanxenxo, localidad donde veranea habitualmente, junto a su mujer y su hijo, no hay más constancia de su dedicación pública y de lo que hace aparte de escribir.

El que fuese líder del Partido Popular parece que se despidió en 2019 de la mano de sus memorias ‘Una España mejor’. Una obra en la que relataba lo que era vivir en el palacio de la Moncloa, sede de la jefatura del presidente de Gobierno, y lo que significó su marcha. Según la información que facilitó la editorial, los recuerdos de Rajoy se convirtieron en un bestseller, llegando a establecerse como el autor más vendido de libros políticos en España. En plena ola desapareció.

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H. Tomás

El próximo lunes 27 de marzo cumplirá 68 años y como hombre jubilado no tiene más obligaciones que dedicar el tiempo a su familia y a sus amigos. Mantiene su costumbre de caminar todos los días y entre sus aficiones están el ciclismo y el fútbol. Es más, el expolítico es abonado del Real Madrid, pero también del Deportivo de la Coruña, el Celta de Vigo y el Pontevedra. Sin embargo, entre sus gustos destaca su pasión por la comida.

Por ello, hace unos días se dejó ver en uno de los restaurantes que suele frecuentar y que, casualmente, es uno de los locales de restauración del grupo Mabel Capital, para el que trabaja Iñigo Onieva, que también suele acudir con Tamara Falco. Precisamente, Onieva eligió este lugar para reunirse con su madre y sus hermanos una vez que se hizo pública su ruptura con la marquesa de Griñón. Fuera le esperaba la prensa y acompañado de su madre volvió a pedir perdón por enésima vez a la que el 8 de julio dará el 'sí, quiero'.

Totó, nombre que recibe el restaurante, cuenta con una carta especializada en platos de cocina italiana, una de las gastronomías internacionales preferidas del que fuera presidente de Gobierno. Según varios clientes, que también son asiduos, la presencia de Rajoy no llama la atención, porque es bastante habitual que acuda con amigos y familia.

La semana pasada volvió a repetir. Llegó a las dos y cuarto de la tarde y ocupó una mesa con tres comensales más (una mujer y dos hombres) que no eran caras conocidas del mundo político, ni del empresarial. La sobremesa se alargó un par de horas más y fue el expolítico el que se encargó de pagar el almuerzo. Su elección fue la siguiente: vitello tonnato (lonchas de ternera con crema de anchoas, atún y alcaparras), pizza de montaña y tarta de queso. Además, compartió con el resto provolone y croquetas.

El novio de la marquesa de Griñón no es el único rostro conocido asociado a este local. Cristiano Ronaldo es socio de este restaurante junto con Rafa Nadal, Pau Gasol y Enrique Iglesias. La empresa acaba de abrir sucursal en Arabia Saudí y, precisamente, el encargado de este proyecto ha sido el mismísimo Iñigo Onieva, tal y como nos desveló a través de su cuenta de Instagram.