Meghan y las 'mil y una noches': con velo para su quinto look en Sudáfrica

Continúa la visita de Meghan Markle y el príncipe Harry a Sudáfrica y hemos contado ya cinco looks de la duquesa de Sussex en poco más de 24 horas. Y es que al estilismo que escogió para su viaje en avión, hay que sumarle los dos vestidos que lució en los compromisos del primer día de gira, el que ha lucido este mismo martes por la mañana -compuesto por tres básicos como vaqueros, camisa blanca y cazadora vaquera- y el último, otro vestido camisero y también con cinturón, escogido para la visita a la mezquita Auwal, la más antigua del país.

La pareja ha llegado de la mano -su gesto más habitual durante este viaje- al edificio, donde han sido recibidos por el imán y otros responsables del centro. La duquesa de Sussex ha lucido el tradicional velo en señal de respeto, aunque parte de su melena asomaba por debajo del pañuelo. El velo, en color blanco roto, combinaba con los zapatos planos que, como es habitual en este tipo de edificios religiosos, se ha tenido que quitar en el interior de la mezquita, al igual que el príncipe Harry, al que hemos visto descalzo. Eso sí, el estratégico largo del vestido de Meghan ha hecho que sus pies quedaran ocultos.

Meghan se une así a la lista de royals que han lucido velo en sus viajes oficiales o en visitas a lugares de culto islámico. Ya lo hizo Diana de Gales hace décadas con una imagen que dio la vuelta al mundo y se convirtió en una de sus fotografías más icónicas. También Kate Middleton, la reina Letizia, Mary de Dinamarca, Matilde de Bélgica o Máxima y Beatriz de Holanda, aunque esta última lo ha llevado siempre de una forma muy peculiar, sin quitarse sus habituales y aparatosos sombreros.

[PLAY: Si quieres ver el ritmo que tienen los duques de Sussex]

Una vez más, los gestos y costumbres de Meghan Markle causan división de opiniones. El hecho de que Harry y Meghan hayan llegado de la mano a la mezquita les parece a algunos un detalle muy poco profesional, mientras que otros lo ven como un gesto muy agradable a través del que demuestran su amor. Tampoco el hecho de que se haya cambiado tantas veces de ropa ha pasado despercibido para sus muchos detractores, que ven el despliegue de vestuario como algo totalmente innecesario dadas las características del viaje. Eso sí, al menos Meghan hace ver que se preocupa por el medio ambiente. Y es que este último vestido, de la firma Staud, está realizado con nylon reciclado.