Una fatídica caída por las escaleras, la causa de la muerte de Ivana Trump

“Me entristece mucho informar a todos los que la amaban, que son muchos, que Ivana Trump falleció en su casa en la ciudad de Nueva York. Era una mujer maravillosa, hermosa y sorprendente, que llevó una vida grandiosa e inspiradora. Su orgullo y alegría eran sus tres hijos, Donald Jr., Ivanka y Eric. Estaba tan orgullosa de ellos, como todos lo estábamos de ella. ¡Descansa en paz, Ivana!”. Eran las palabras de Donald Trump anunciando la muerte de su exmujer, además de gran aliada. Una noticia más que inesperada y de la que empiezan a conocerse los detalles. Uno de ellos, que fue una fatídica caída por las escaleras la causa de la muerte de Ivana Trump.

La socialité fue encontrada poco antes de la una del mediodía por uno de sus trabajadores, que llegó a la casa. Su cuerpo estaba tendido junto a las escaleras, inconsciente y sin responder, según las primeras informaciones oficiales. Los investigadores apuntan a que su caída por las escaleras es la causa final del fallecimiento, pero están esperando la autopsia para poder confirmar si se produjo por un fallo cardiaco, como así se anunció en un primer momento, o fue, simplemente, producto de la mala suerte.

La última vez que se la vio fue el día anterior, pasadas las 16:30 de la tarde, cuando su ama de llaves y su asistente salieron de la casa y se despidieron de ella hasta el día siguiente. Por eso, no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo llevaba Ivana Trump muerta cuando encontraron su cuerpo ya sin vida o si la muerte fue instantánea. Detalles que desvelará la autopsia, crucial para averiguar las causas exactas de la muerte, aunque ya se ha descartado la intervención de terceras personas. Fuera por fallo cardiaco o por una fatídica caída, el fallecimiento de la celebrity se debió únicamente al destino y la mala fortuna.

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La mujer llevaba unos días preparándose para marcharse de vacaciones a Saint-Tropez, uno de los enclaves favoritos de celebrities de todo el mundo y donde ya hemos visto este verano a muchísimas caras conocidas. Tal y como ha contado una de sus mejores amigas, Nikki Haskell, tenía previsto volar este mismo viernes y, caprichos del destino, iba a ser su primer viaje tras la pandemia, ya que desde que estallara la crisis sanitaria, apenas había salido de casa, temerosa de contagiarse de coronavirus. "Como mucho, iba a un par de restaurantes cerca de su casa", ha asegurado Haskell.

Así que la fatalidad y unas escaleras han hecho que Ivana Trump se quede sin ese ansiado viaje, dejando desolados a sus tres hijos, Donald, Ivanka y Eric, al que se veía salir del edificio del Upper East Side en el que vivía su madre completamente desolado. Precisamente, él no tardaba en sumarse al anuncio que hacía su padre poco antes, con homenaje incluido: "Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida madre, Ivana Trump. Nuestra madre era una mujer increíble: una fuerza en los negocios, una atleta de clase mundial, una belleza radiante y una madre y amiga cariñosa. Ivana Trump fue una superviviente. Huyó del comunismo y abrazó este país. Enseñó a sus hijos sobre determinación y tenacidad, compasión y determinación. Su madre, sus tres hijos y diez nietos la extrañarán mucho", expresaba.

Ivana llegó a la vida del expresidente de los Estados Unidos a inicios de la década de los setenta y no lo hizo con la intención de ser una cónyuge tranquila y serena, sino con las ganas de poner su sello dentro del imperio de su marido. La mujer de origen checo venía de participar en los Juegos Olímpicos de 1972 como parte del equipo de esquí, además de ser una de esas tantas personas que huyó de los regímenes comunistas. Unas vivencias que le otorgaron una gran seguridad y determinación, además de un reconocido carácter fuerte y dinámico, que derivaron en un éxito rotundo en el mundo de los negocios.

Ivana Trump y el expresidente de los Estados Unidos se conocieron durante la celebración de unos Juegos Olímpicos, en concreto los de Montreal de 1976. La mujer de origen checo no solo fue su asesora recientemente durante sus años al frente del país, como afirmó en una entrevista para 'The New York Times', sino que desde el inicio de la relación se convirtió en la mejor aliada del empresario. Es más, un dato bastante desconocido es que la deportista es la responsable de la decoración de la icónica Trump Tower. Desde la descomunal fuente dorada del vestíbulo al diseño de muchos de los muebles del interior del edificio, todo es responsabilidad suya.

Aunque resulte sorprendente, su relación con Donald Trump era excelente y ambos se reunían de manera habitual con sus hijos para comer, cenar o simplemente disfrutar de sus nietos. Además, la primera esposa del expresidente americano desveló que incluso le daba consejos sobre cómo realizar sus apariciones públicas. “Hablamos antes y después de sus actos y él me pregunta qué pienso de su discurso. Yo le digo que esté más tranquilo, eran sus palabras. Pero Donald no puede estar tranquilo. Él es muy franco. Simplemente, lo dice tal como es”, continuaba.