La conversación que a Felipe de Edimburgo le urgió tener con su hijo Carlos en el hospital

La semana pasada, la visita del príncipe Carlos a su padre, Felipe de Edimburgo, en el hospital, en medio de las estrictas normas sanitarias impuestas por la pandemia, preocupó a muchos e hizo pensar que la salud del esposo de Isabel II podía ser más grave de lo que desde Palacio se estaba comunicando.

El duque de Edimburgo lleva ya 13 días ingresado en el hospital King Edward VII de Marylebone, lo cual convierte su estadía en un centro sanitario, en la más larga hasta la fecha. Fue desde el propio Palacio de Buckingham desde donde, al día siguiente de su hospitalización, se matizó que el motivo era por simple precaución y por consejo de su médico, después de sentir cierto malestar mientras se encontraba en el castillo de Windsor.

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J. Díaz

Ahora ha sido Dickie Arbiter, ex secretario de prensa de la reina, el que ha desvelado los motivos de la visita del padre del príncipe Harry y el príncipe Guillermo al duque de Edimburgo. Según Arbiter, fue este último el que pidió a su hijo que acudiera al hospital. Arbiter, quien sirvió a Su Majestad de 1988 a 2000, ha añadido que, probablemente, Felipe estaba preocupado por el futuro de la Familia Real.

“Creo que fue a petición del Duque el motivo por el que el Príncipe de Gales lo visitó. Quería aclarar algunas cosas. El hombre tiene 99 años, tiene una infección... Supongo que saldrá, se marchará y volverá a Windsor. Pero existe la posibilidad de que muera y creo que tan solo deseaba decirle a Carlos: ''algún día serás el protagonista de la familia"".

El príncipe Carlos condujo aquel día desde su casa de Highgrove, en Gloucestershire, hasta Londres para mantener una charla de 30 minutos con su padre. Después fue visto saliendo del hospital y alejándose en su coche con lágrimas en los ojos. Se cree que el duque de Cornualles no había visto a su padre desde antes de Navidad debido a las restricciones por Covid.

Por su parte, el príncipe Eduardo dijo a principios de esta semana que su padre se encontraba "mucho mejor" pero "con ganas de salir" y reecontrarse con la familia. "Crucemos los dedos", añadió. Eduardo desveló que había hablado con su padre por teléfono y aseguró que el duque de Edimburgo se sentía algo frustrado por tener que permanecer en el hospital mientras los médicos le tratan la infección que padece.