Evita la flacidez en los brazos con 4 ejercicios muy sencillos

Nada mejor que planificar nuestro día dedicando un poco de tiempo al ejercicio físico, esa sana costumbre que nos ayuda a vernos mejor por fuera y sentirnos mejor por dentro. Los entrenamientos nos ayudan a tonificar nuestro cuerpo y liberar nuestra mente, además de hacer que nos despidamos del sedentarismo y hagamos todo lo que está en nuestra mano por reducir el riesgo de padecer determinadas enfermedades.

El ejercicio es una de las actividades que más beneficios puede aportarnos, porque mejora nuestra forma física y ayuda a mantener nuestro peso, pero también ayuda a regular la presión arterial, a mantener o incrementar la densidad ósea, aumenta el tono y la fuerza muscular y también mejora el estado de ánimo. La actividad física estimula la producción de sustancias químicas que hacen que nos sintamos más felices, relajadas y tranquilas.

Por si esto no fuera suficiente, también mejora nuestra autoestima, no solo porque nos sirve como medio para cambiar las cosas que queremos mejorar de nuestro cuerpo, también porque hace que nos sintamos mejor con nosotras mismas ante un objetivo cumplido y una meta a batir. Requiere constancia y dedicación, pero también crea adicción y nos invita a disfrutar y pasárnoslo bien.

Dispuestas a disfrutar mientras nos ponemos en forma, hay muchos tipos de entrenamiento que podemos poner en práctica, combinando diferentes formas de ejercicio. Por ejemplo, con el cardio quemaremos más calorías, pero con los ejercicios de fuerza trabajaremos los músculos. ¿Tienes poco tiempo? Dale una oportunidad al HIIT, entrenamientos de alta intensidad por intervalos que te ayudan a estar en forma en pocos minutos.

Porque si el tiempo es una de tus limitaciones, seguro que estos ejercicios para brazos que puedes hacer sin tener que salir de casa se convierten en tu tabla de salvación, sobre todo si te apetece tonificarlos y evitar la flacidez, una pérdida de firmeza que se produce, entre otras causas, por el paso del tiempo. No te resignes y apunta estos ejercicios para combatirla.

Ejercicios de brazos

La flacidez es, como hemos señalado antes, una pérdida de la firmeza de la piel a causa de una pérdida de la elasticidad de la piel, así como por la pérdida de masa muscular. Ambas suelen producirse por la edad y, aunque hay más factores que pueden influir estos son los más habituales. Por eso un correcto tratamiento de la zona puede ayudar a suavizar y revertir estos efectos.

Una de las herramientas más prácticas para trabajar esta zona son las mancuernas, pequeñas pesas que se pueden sostener con una mano y que podremos conseguir en diferentes pesos, en función de la carga extra que queramos añadir al ejercicio. En estos casos lo mejor es comenzar con poco peso y aumentar de forma paulatina. Si no quieres invertir en ellas, siempre puedes emplear botellas llenas de agua o sacos de arroz.

Sentada, con la espalda erguida y la mirada al frente, sujeta una mancuerna con ambas manos y eleva ambos brazos por encima de tu cabeza. En esta posición, flexiona los brazos haciendo que el antebrazo pase por detrás de la cabeza. Puedes realizar este ejercicio por repeticiones o por tiempo, por ejemplo haciéndolo tantas veces como puedas durante un minuto.

Otro ejercicio muy efectivo que se puede hacer con mancuernas es el conocido como ‘patada de tríceps’. Coloca la rodilla y la mano correspondiente al mismo lado sobre una superficie elevada, haciendo que el cuerpo quede en paralelo con dicha superficie (puede ser un banco, el sofá o la cama). Coloca el brazo contrario en línea con el cuerpo y flexiona el codo hasta formar un ángulo de 90 grados y extiende el brazo hacia atrás hasta formar una línea recta. Para empezar, haz tres series de 10 repeticiones.

Si prefieres probar con otro tipo de material, seguro que las bandas elásticas te parecen una estupenda idea. De pie, sujeta la banda elástica pisándola por el centro y agarra un extremo con cada mano. Con las piernas ligeramente flexionadas y la espalda recta, dobla los brazos hacia arriba sin mover los codos, estíralos por completo y repite el movimiento durante tres series de 12 repeticiones.

Si no tienes material deportivo a mano para entrenar, también hay ejercicios que puedes hacer y para los que no lo necesitas, como los fondos de tríceps. Si necesitas tener a mano un banco o silla, sobre el que apoyar los brazos. Así, de espaldas a la silla y con las manos en el borde del asiento, doblamos los codos y bajamos el tronco hacia el suelo hasta que los brazos formen un ángulo de 90 grados. Repite ocho veces durante tres series.

Con un poco de ejercicio y una dieta equilibrada, pronto podremos ver cómo nuestro cuerpo responde a nuestros cuidados y comienza a reflejar esos cambios a los que le estamos sometiendo, en busca de una vida más saludable y más activa, lejos del sedentarismo que se ha convertido en una de las lacras de la sociedad.