De una marca muy conocida y por 150 euros: así es la mochila de porteo de Telma Ortiz y Paloma Rocasolano

Hace tres meses que Paloma Rocasolano se convertía en abuela de nuevo y parece que quien tuvo retuvo, pues se ha dejado ver ejerciendo junto a su hija, Telma Ortiz, y su bebé. Madre e hija disfrutaron de una jornada de compras y lo hicieron de la forma más cómoda posible, pues no dudaron en optar por una mochila de porteo para poder pasear con tranquilidad por el centro comercial.

Paloma es la encargada de ocuparse de su quinta nieta, a la que carga con gran soltura, y disfruta con ella de una escapada por Madrid mientras Telma aprovecha para acudir a un centro de estética natural, tal y como recogen revistas ‘Lecturas’ y 'Semana'. Paloma disfruta de un excelente momento, porque además de contar con la pequeña para alegrar sus días, acaba de confirmarse que está de nuevo enamorada y el afortunado no es otro que Marcus Brandler, que ya es uno más en la familia.

En busca de la máxima comodidad y seguridad, Paloma Rocasolano y Tema Ortiz han optado por recurrir a una mochila de porteo, una estupenda opción cuando analizamos las muchas ventajas que tiene este sistema para la persona encargada de llevar al pequeño. Optar por este método ayuda a ganar autonomía y movilidad, no tendrá que estar pendiente de llevar el carro a todas partes o de tener que cargar el peso completo del bebé en sus brazos, que podrá usar libremente.

Por 150 euros, Telma y Paloma, que una vez más muestran su estupenda relación, han optado por confiar en la mochila porta bebé Move de Babybjörn, una de las marcas más conocidas y mejor valoradas del sector, pues sus productos cumplen las normas de seguridad europeas y estadounidenses. Esta mochila, desarrollada con la colaboración de especialistas médicos, es sencilla de utilizar, pero para evitar cualquier problema, las instrucciones son fáciles de seguir e incluso podemos encontrar vídeos explicativos en su página web.

Estas mochilas para los más pequeños son seguras, cómodas y fáciles de usar y ajustar, se pueden lavar a máquina, usarlas durante mucho tiempo y tienen un diseño elegante -ellas han escogido un verde grisáceo muy chic-, con materiales muy suaves para la piel del bebé. Se puede emplear desde el nacimiento del bebé hasta los 15 meses y, aunque se puede emplear para llevar al bebé mirando hacia el exterior, dejan muy claro que esta práctica no está recomendada por lo menos hasta que el pequeño es capaz de sujetar la cabeza.

Además, siempre y cuando se coloquen de la forma correcta, protegen y favorecen la musculatura del portador, el peso se reparte por toda la espalda y no modifica el centro de gravedad del porteador. Eso sin pararnos a detallar lo importante que es el contacto con el bebé para desarrollar un vínculo afectivo mayor, porque el adulto encargado de llevarle no es el único que se beneficia de este sistema, el bebé también.

Porteo seguro

El modo de llevarles que ha elegido Telma Ortiz ayuda a crear un apego seguro, hace que reciban estímulos táctiles y de movimiento, mejorando su sentido del equilibrio. Les aporta calma y seguridad, el movimiento y el sonido de la respiración hace que tengan un sueño más profundo, lo que sin duda es positivo para todos. Todo esto sumado a la postura vertical que mantienen hace que su función intestinal sea mejor, por lo que pueden disminuir y mejorar los síntomas de cólicos o dolores de tripa.

Además, también favorece la lactancia, por cercanía del bebé y la postura en la que se coloca al bebé para llevarle en la mochila es ideal para disminuir el riesgo de plagiocefalia. Al evitar que apoye siempre el mismo punto de la cabeza y el cráneo pueda aplanarse, como puede suceder en algunos casos, al pasar demasiado tiempo en la cuna boca arriba.

Ayuda a que el bebé mantenga una buena postura, cuidando el desarrollo de su espalda y de su cuello, así como el correcto desarrollo de sus caderas, pues respeta la postura fisiológica del recién nacido. La clave de un buen porteo es hacerlo bien, apostando por mochilas que sean ergonómicas y, sobre todo homologadas, porque de este modo nos aseguramos de que puedan cumplir con todas las condiciones que se espera de ellas.

El bebé debe quedar bien sujeto, con la mochila dando apoyo a la espalda del niño, que debe quedar flexionada, formando una C. Las piernas también deben quedar en una posición determinada, concretamente en forma de M, con las caderas muy abiertas y las rodillas ligeramente elevadas. El bebé debe quedar a una altura tal que, si bajamos la cabeza, podamos darle un beso.

En busca de una mejor relación con el bebé, de poder tenerle siempre vigilado sin renunciar a la independencia y libertad de movimientos y para proteger la espalda, tanto del niño como del adulto que lo lleve, una mochila de porteo parece una estupenda idea, siempre y cuando nos aseguremos que es de calidad, que se ajusta a las normativas y que la estamos utilizando de la manera correcta.

De hecho, existen cursos en los que se explica la mejor manera de llevar a un bebé con este sistema, para asegurarnos de no poner en riesgo su desarrollo y crecimiento y que podamos seguir disfrutando de llevar a nuestro bebé pegado al corazón.