Embarazos, debuts, lágrimas, besos... Los días nacionales de Mónaco más memorables

La familia Grimaldi vive un año más el Día Nacional de Mónaco, que se celebra, desde 1949, cada 19 de noviembre y en el que todos los monegascos homenajean a su bandera y festejan su nacionalidad.

Alberto y Charlène de Mónaco, junto al resto de la familia, acaparan siempre la atención y protagonizan esta jornada que siempre deja momentos memorables.

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Álvaro Rey

Echando la vista atrás, al recordar esas fiestas nacionales destacadas, nos podemos remontar, por ejemplo, hasta 2004, año en el que el príncipe Rainiero de Mónaco no presidió los actos del principado. El motivo de su ausencia fue la recomendación médica que entonces recibió y por la cual tuvo que guardar reposo tras una reciente hospitalización. Fueron sus tres hijos, el entonces príncipe heredero Alberto, la princesa Estefanía y la princesa Carolina de Hannover, acompañada de su esposo, Ernesto de Hannover, los que lo hicieron en su lugar.

Pocos meses después, el 6 de abril de 2005, la familia recibía un duro golpe: la muerte de Rainiero III. Su hijo Alberto pasó a ocupar la jefatura del Estado y ese año fue la primera vez que presidió el Día Nacional de Mónaco como soberano. Aprovechó esa destacada fecha para protagonizar diferentes actos relacionados con su entronización.

Cinco años después, en 2010, era su prometida, Charlène Wittstock, quien debutaba en los festejos junto a Alberto de Mónaco y la familia de este. Lo hizo luciendo un conjunto de Armani, el mismo diseñador que meses más tarde firmó su look nupcial.

Otro debut destacado en el Día Nacional fue el de Tatiana Santo Domingo en 2013. Su presencia junto a los Grimaldi tras convertirse en esposa de Andrea Casiraghi fue la gran novedad aquel año. También entonces llamó la atención la ausencia de Carlota Casiraghi. La expectación en torno a ella era grande debido a su avanzado estado de gestación, pero finalmente, la hija de Carolina de Mónaco prefirió no aparecer ante el ojo público.

Al año siguiente, Charlène y Alberto vivieron uno de los días nacionales más emotivos y memorables para ellos. Aquel 19 de noviembre faltaban apenas unas semanas para que la princesa diera a luz a sus gemelos. La princesa no mostró su avanzado estado de gestación, ya que solo se mostró en público en el balcón. Cuando ella y Alberto de Mónaco se asomaron al mismo, dejaron patente el dulce momento que estaban viviendo como pareja al darse un beso ante el júbilo de los monegascos. Aquel 2014 fue además el año en el que el pequeño Sasha, el nieto de la Princesa de Hannover, debutaba en un acto oficial junto a la familia Grimaldi.

Así, el 2015 supuso el debut en la Fiesta Nacional monegasca de los pequeños Jacques y Gabriella. Ambos participaron de este día con sus respectivos chupetes y vistiendo abrigos de color gris marengo.

Al año siguiente fue India Casiraghi, la hija pequeña de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo la que acaparó la atención al participar en su primer acto oficial con apenas un año y medio. Aquel 19 de noviembre fue la primera vez que pudimos ver públicamente el rostro de la niña, que para la ocasión lució vestido de terciopelo rojo y leotardos blancos, como homenaje a los colores de la bandera monegasca.

El Día Nacional de 2018 estuvo marcado por la ausencia de Carlota Casiraghi, quien pocas semanas antes había dado a luz a su segundo hijo. Sin embargo, los hijos de Pierre y Andrea Casiraghi se convirtieron en los auténticos protagonistas del evento. Maximilian, hijo pequeño de Andrea, y Francesco, el de Pierre, que nació en abril, participaron de su primer acto oficial.

Inolvidable fue el Día Nacional de 2020 por un motivo sin precedentes que llenó de incertidumbre al mundo entero. Fue el Día Nacional monegasco marcado por la pandemia, la cual hizo que muchas de las celebraciones previstas se cancelaran. No hubo desfile militar ni público presente en las calles. Tampoco se llevó a cabo el tradicional espectáculo pirotécnico-musical en Port Hercule. El ambiente sobrio y enrarecido marcó aquella jornada en la que los looks de la familia Grimaldi fueron negros, como señal de duelo por las víctimas de la pandemia.

Al año siguiente la tristeza también invadió la atmósfera, esta vez a causa de la delicada salud de Charlène, que fue la gran ausente aquel 19 de noviembre. La jornada estuvo marcada por el semblante serio de Alberto de Mónaco, quien además se emocionó ante las palabras de aliento del párroco durante la ceremonia religiosa celebrada en la Catedral de Nuestra Señora Inmaculada. Para la posteridad quedó también la imagen de los pequeños Jacques y Gabriella enviando a su madre mensajes de apoyo desde el balcón de Palacio a través de dibujos que ellos mismos habían realizado.

Tras unos meses muy complicados, la princesa Charlène, poco a poco, se fue recuperando. Así, el año pasado fue el de su gran reaparición en el Día Nacional de Mónaco. El príncipe Alberto y su esposa estuvieron arropados por su familia en una cita en la que además acudió como invitado, por primera vez, Dimitri Rassa, el marido de Carlota Casiraghi.

Memorable fue también el look escogido por Charlène para la ocasión: un diseño en color blanco con una capa que salía de los hombros -un detalle muy royal- y de pantalón con una tela superpuesta que simulaba ser una falda. Una tela negra cubría su cuello, a conjunto con los puños, el cinturón y los guantes. Completó su look con una pamela negra y un llamativo broche que lucía en su pecho. Se trataba del modelo Snowflake Noeud de la casa de alta joyería Van Cleef & Arpeels. Una creación de 169 diamantes montados en una estructura de platino y de más de 16 quilates, cuyo precio era de 215.000 euros.