Los vestidos de gala de la reina Matilde y sus hijas: terciopelo, préstamos y diamantes y rubíes de la reina Fabiola
La foto familiar ha estado bastante mermada esta vez, ya que no estaban presentes los dos hijos varones de los reyes belgas, ambos estudiando fuera de la capital
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Aunque es una de las citas obligadas para la familia real belga, este año la foto no estado completa. Este miércoles se celebraba el tradicional concierto de Navidad en el Palacio Real de Bruselas con las marcadas ausencias de los príncipes Gabriel y Emmanuel, formándose uno fuera de la capital y otro fuera del país. Así, las protagonistas fueron la reina Matilde y sus hijas, que brillaron con sus vestidos de gala. En sus looks hubo terciopelo, hubo préstamos y hasta diamantes y rubíes de la reina Fabiola.
Los vestidos en sí eran de estreno y tanto Matilde como Elisabeth y Eleonore fueron fieles a la paleta de colores de la navidad, con el burdeos, el rojo y el plata como protagonistas y los drapeados como grandes aliados en los tres diseños.
La esposa del rey Felipe de los belgas tiró de su modisto de confianza y la firma Natan, que ocupa casi la totalidad de su armario. En este caso, se trata de un diseño de tafetán, uno de los tejidos favoritos del diseñador, en un vibrante rojo, de largo midi y con vuelo, aunque la rigidez de la tela limitaba los movimientos y parecía más corpulenta y voluminosa al haberle incorporado un can can debajo.
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Como sus hijas, la reina Matilde se decantó por un look monocolor, aunque resultó llamativo que no llevara ningún tipo de cartera. Y desde luego, no es por falta de ellas. Como las de sus homólogas, su colección de bolsos y clutchs es más que extensa. De hecho, sus dos hijas cogieron prestado uno de su armario para completar sus estilismos de gala.
De Natan también quiso vestir Elisabeth, aunque con un estilo radicalmente opuesto, mucho más juvenil. Su elección fue un vestido largo de terciopelo, con cuello barco y drapeado en un lateral de la cintura que acentuaba aún más su figura. Si ya de por sí el vestido era una elección perfecta para la temática y las fechas, la de las joyas no lo fue menos.
Porque Elisabeth llevó el total look al extremo y, además del clutch y los zapatos, también quiso combinar el burdeos de su vestido con sus pendientes, un modelo largo y voluminoso creado con innumerables circonitas, y con su pulsera, quizá la estrella del estilismo. Porque no es una pulsera cualquiera, ya que se trata de una de las piezas que pertenecieron a la reina Fabiola.
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No son muchas las joyas de la esposa del rey Balduino de las que disponen Matilde, Elisabeth y Eleonore para lucir en las grandes ocasiones, pero esta sí que es una de ellas. Se trata de un brazalete creado con diamantes y rubíes que en este tradicional concierto de Navidad tomó protagonismo por méritos propios.
Y pasamos al look de la pequeña de la casa, Eleonore, que volvió a demostrar por qué es una de las royals de su edad a seguir en cuanto a moda. Sus estilismos son siempre acertados y su elegancia y belleza innatas los elevan. En este caso, la joven eligió un diseño metalizado de Ralph Lauren en color plata, con efecto purpurina. Como su madre y su hermana, también hizo del drapeado su gran aliado, estilizando aún más su silueta.
Lo combinó con un clutch en el mismo color, también préstamo del armario de la reina Matilde. Un diseño redondeado que la veíamos, por ejemplo, el año pasado, combinado con un vestido coral con maxiestampado de flores blancas. Los zapatos, en color nude, no escondían su estatura, ya que la joven supera en centímetros a su hermana mayor y su madre, aunque ambas calzaban altísimos stilettos.
Aunque es una de las citas obligadas para la familia real belga, este año la foto no estado completa. Este miércoles se celebraba el tradicional concierto de Navidad en el Palacio Real de Bruselas con las marcadas ausencias de los príncipes Gabriel y Emmanuel, formándose uno fuera de la capital y otro fuera del país. Así, las protagonistas fueron la reina Matilde y sus hijas, que brillaron con sus vestidos de gala. En sus looks hubo terciopelo, hubo préstamos y hasta diamantes y rubíes de la reina Fabiola.