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Valeria Castro: "La terapia debería ser accesible para todo el mundo”
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ENTREVISTA

Valeria Castro: "La terapia debería ser accesible para todo el mundo”

Valeria Castro presenta su disco El cuerpo después de todo, una dignificación de la vulnerabilidad. Hablamos con la cantautora nominada a los Goya y a los Latin Grammy, que abrirá el Wikinz en enero

Foto: Valeria Castro en una imagen de su disco `El cuerpo después de todo` ( Cortesía )
Valeria Castro en una imagen de su disco `El cuerpo después de todo` ( Cortesía )

A los cinco años, Valeria Castro escribió su primera canción; con cuatro, la apuntaron a una escuela de música, y con siete le regalaron su primer piano. En su hogar no había grandes referentes musicales, pero su padre, profesor de matemáticas, le cantaba temas de Paco Ibáñez, Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina. Aquellas voces, llenas de poesía y sentimiento, se convirtieron en un faro que guió su sensibilidad innata hacia la música, una vía de expresión que parecía haber nacido con ella.

placeholder Valeria Castro de niña en su tierra con el piano ( @valeria.c )
Valeria Castro de niña en su tierra con el piano ( @valeria.c )

Chiquita no es solo un EP, refleja la filosofía de mantener los pies en la tierra

Desde su casa en Los Llanos de Aridane, en la isla de La Palma, Valeria contemplaba el mar en la lejanía mientras la voz de su madre la llamaba cariñosamente "chiquita". Aquel apodo, más que un simple nombre afectuoso, se transformó con el tiempo en un símbolo de humildad y raíces, hasta convertirse en el título de su primer EP. " ´Chiquita' fue el comienzo de mi carrera musical y me encanta haber utilizado ese concepto. Es una forma de recordar que debo mantener los pies en la tierra y saber que, pase lo que pase, siempre seré 'chiquita´ ".

De niña mi referente era Julieta Venegas y ahora tenemos muy buena relación

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Julieta Venegas junto a Valeria Castro en el escenario

Mi realidad tiene que tener los ojos puestos en la realidad del mundo

Sus referentes femeninos

Aún recuerda a aquella niña pequeña, ensimismada, escuchando y viendo actuar a Julieta Venegas. “Con diez años la veía y decía que quería ser como ella. Cantante, compositora y escribir mis propias canciones”. Hoy, Valeria ha compartido escenario con Julieta y mantienen una gran relación. Un reflejo de cómo, a veces, los sueños realmente se cumplen.

Este disco es una radiografía de todo lo vivido desde el punto de vista que la gente no ve

“Es importante tener referentes femeninos, no solo en la música, sino en la vida”, dice Valeria, reflexionando sobre cómo su profesión, a veces tan absorbente, puede distorsionar la percepción de la realidad. “Pensar en mi abuela y mi madre me ayuda. Ellas no tienen nada que ver con la música, tienen otras realidades. Crecer viendo cómo mi madre afrontaba sus problemas y los superaba, mientras mi abuela también cargaba su mochila y a su vez me quitaba las piedras del camino, me hizo darme cuenta de que mi realidad tiene que tener los ojos puestos en la realidad del mundo”.

Lo más bonito de mi carrera ha sido dedicarle un concierto a mi abuela

La gira pasada, el último concierto fue en la plaza de su pueblo. En primera fila estaba su abuela. Ya es mayor y puede ir a pocas cosas, por lo que Valeria no sabía si iba a poder asistir o no. Cuando salió al escenario y la vio, se emocionó. “Estuve todo el concierto cantándole a los ojitos”, recuerda sobre aquel momento que llevará siempre en el alma.

placeholder Valeria Castro durante un concierto en una fotografía de Marta Mas ( @valeria.c )
Valeria Castro durante un concierto en una fotografía de Marta Mas ( @valeria.c )

A pesar de haber compartido escenario con grandes artistas y llenar estadios, Valeria sigue siendo la misma persona, aunque con experiencias únicas que le han marcado. Su último disco que hoy ve la luz, ´El cuerpo después de todo´, es una ventana a sus guerras internas. “Este disco es una radiografía de todo lo vivido desde el punto de vista que la gente no ve. Componer de manera tan visceral te humaniza, no solo ante los demás, sino también ante ti misma. Muchas veces he compuesto algo y, gracias a ello, he conseguido entender lo que me estaba pasando”.

La ternura como revolución

“Pasó lo que tenía que pasar, y no pienso hacer nada más, más que quedarme aquí cuidando la raíz”, dice el estribillo de La Raíz, una canción de su primer disco Con cariño y con cuidado, que la llevó a estar nominada a los Latin Grammy.

Aquel mensaje la llena de orgullo, y siempre habrá una Valeria arraigada, ligada al hogar y a la familia. Sin embargo, en su nueva propuesta musical ha decidido dibujar un paisaje diferente, uno donde se refleje que, a veces, la vida no siempre será tan bonita, y eso está bien.

Escribir canciones me sana por dentro

Antes, cuando escribía, Valeria solía mirar hacia fuera, buscando inspiración en su entorno y en las vivencias compartidas. Pero ahora, ha comenzado un viaje de introspección por necesidad. “Si no lo sacas, el cuerpo lo somatiza. En estos dos años he vivido momentos difíciles, de ansiedad, de dolor… y lo que me curaba era escribir canciones. Ha sido egoísta, pero también un acto de humanizarme conmigo misma, y ahora, con el mundo”.

placeholder Valeria en una imagen de su álbum ´El cuerpo después de todo´ ( Cortesía )
Valeria en una imagen de su álbum ´El cuerpo después de todo´ ( Cortesía )

Para ella, cuando una canción sale al público, deja de ser suya: se convierte en algo que cada oyente transporta a su historia. “Tengo muchas ganas de ver cómo cada uno la siente, cómo se conecta con su individualidad y su propio sentimiento al escucharla”.

Valeria siempre ha sentido la ternura como una revolución y así quiere que siga siendo pero con una evolución del concepto que se ha basado en sus propias emociones: “La ternura en este disco vuelve a ser un eje fundamental siguiendo esa estela revolucionaria pero a la vez es crítica con ella.También la pueden usar en nuestra contra, por eso debemos aprender a gestionarla”.

Todas las canciones siguen esa línea de evolución, como si cada acorde y cada palabra fueran piezas de un rompecabezas emocional que Valeria ha ido armando poco a poco. En medio de la conversación, la cantautora entona a capela una de las frases: "La ternura de la piel ajena no merece ser como que no resuena, esta carga que ahora no sé como en algún momento fue de pluma a plomo".

Tenía una oscuridad y dolor que necesitaba sacar

Valeria explora la ternura desde ángulos más complejos. Si en ´Con cariño y con cuidado´ esa ternura se abrazaba de manera casi ingenua, ahora se entrelaza con la oscuridad y la incomodidad, reflejo de una madurez que ha ido acogiendo con el tiempo.

placeholder Valeria en una imagen de ´El cuerpo después de todo´ ( Cortesía )
Valeria en una imagen de ´El cuerpo después de todo´ ( Cortesía )

Aún no he conseguido mirarme al espejo y ser mi mejor amiga

Para ella, la música no solo es un refugio, sino también un espacio donde lo incómodo merece ser escuchado. Al poner en sus canciones esas sombras, desbloquea partes del paisaje emocional que no siempre puede —ni debe— ser bonito. “Era una parte de oscuridad y sombras que necesitaba sacar”.

En su disco, Valeria expone una lucha interna que muchos comparten. La frase “Tiene que ser más fácil quererse, no puede el cuerpo ser tan cruel al verse” no es solo el estribillo de una canción, sino el reflejo de aprendizajes profundos y de las batallas contra los enemigos invisibles que la sociedad ha impuesto: los ideales inalcanzables, el peso de las redes sociales o el bombardeo constante de imágenes perfectas.

´Tiene que ser más fácil´ es casi un susurro de esperanza, un primer paso hacia la sanación. “Aún al mirarme al espejo no soy mi mejor amiga”, y asumirlo ha sido parte del proceso". Ese mantra —“no puede el cuerpo ser tan cruel al verse”— es un recordatorio de que, aunque no haya certezas de lograrlo, el anhelo de tratarse con cariño sigue ahí, vibrando en cada nota.

La biotecnología de las emociones y la terapia

Las raíces de Valeria están más relacionadas con la ciencia que con la música, por lo que ella estudió la carrera de biotecnología. "Mi madre y mi hermana son médicas, mi otra hermana es física y mi padre, profesor de matemáticas. Yo soy una persona muy curiosa y por eso escogí esa formación, aunque finalmente mi pasión por la música ha terminado por eclipsar mi vida".

Aún así, la canaria siente que son dos fuentes que pueden relacionarse y, por ello, en su trabajo de fin de grado investigó la relación entre la biotecnología y las emociones. "Tengo ganas de tener tiempo para profundizar en ello y estudiarlo a fondo. Pero en este disco empiezo a vislumbrar la conexión del cuerpo y la ciencia, como somatizamos, como las emociones atraviesan esto que nos soporta diariamente, que es nuestro cuerpo".

Cuando entré en la industria, comencé a ir a terapia

placeholder Valeria durante un concierto ( @valeria.c )
Valeria durante un concierto ( @valeria.c )

Para Valeria, otra ciencia igual de necesaria es la terapia y no duda en defenderlo siempre que tiene oportunidad.

"Voy al psicólogo desde hace mucho tiempo —confiesa—. Coincide, más o menos, con el momento en el que entré de lleno en la industria musical con mi proyecto. Creo que eso evidencia que cualquiera en esta industria debería ir a terapia… y, en realidad, cualquier persona debería hacerlo".

"Ojalá fuese accesible para todo el mundo, hay mucha gente que lo necesita y no puede permitírselo, deberíamos evolucionar en este ámbito".

Esta profesión engloba cosas para las que no tienes por qué estar preparada

placeholder Valeria Castro en un concierto ( @valeria.c )
Valeria Castro en un concierto ( @valeria.c )

En terapia he llegado a reflexiones que forman parte del imaginario de mis canciones

"No es fácil adaptarse a esa nueva realidad. De repente, me enfrenté a situaciones que jamás había imaginado".

"En mi ámbito, de un momento a otro, me encuentro con cosas que nadie me ha enseñado: hacer conciertos, estar delante de la gente, ser una persona pública, hablar en público… Son cosas que vienen adheridas al sueño de ser música, pero que no se ven a simple vista. No te das cuenta de que también afectan".

"La terapia, en medio de todo, se convierte en un refugio. Un espacio donde desentrañar esas emociones que la fama y la exposición pública despiertan. Porque, al final, ser artista no es solo componer y cantar: también es aprender a sostener el peso de lo que aquello significa".

Valeria asegura que durante su proceso psicológico ha encontrado herramientas que le han servido de inspiración: "La frase de 'pasó lo que tenía que pasar' me la dijo mi psicóloga. Son reflexiones y conclusiones que saco en terapia, que forman parte del imaginario de mis canciones".

Valeria sobre Aitana: es precioso ver a una compañera mostrar el lado humano

La empatía con Aitana y el compañerismo en la industria

Me he sentido muy identificada con Aitana tras ver su documental. Es precioso ver a una compañera mostrando su parte humana, lo que no solemos ver. Para todo el mundo habrá sido increíble, pero para mí, como mujer en la industria, ha sido muy conmovedor. Hay muchas cosas que nos atraviesan a todas, y sentir esa sororidad colectiva, esa sensación de que estamos todas en esto, ha sido súper inspirador y un acompañamiento muy bonito.

placeholder Valeria Castro en un concierto ( @valeria.c )
Valeria Castro en un concierto ( @valeria.c )

"Le escribí un mensaje dándole las gracias por mostrarlo, porque a todas nos ocurren cosas similares. Su salto ha sido a lo grande, pero yo también siento que he ido paulatinamente, sin parar, alcanzando puntos y momentos importantes. He ido cosechando hitos y sueños, pero cuando intercalas una cosa con otra, no te da tiempo a saborearlo como te gustaría, o incluso ni a procesarlo".

"Recuerdo cuando llegué a los Latin Grammy, y además nominada, que era un sueño. Al día siguiente me iba a Argentina a girar por primera vez en Latinoamérica. Fue uno de los momentos más abrumadores de mi vida, de pensar: ¿cómo puedo digerir todo esto?".

Siempre pondré mi isla y su realidad en el mapa

placeholder Valeria Castro preparándose para un concierto en Córdoba en una fotografía de Marta Mas ( @valeria.c )
Valeria Castro preparándose para un concierto en Córdoba en una fotografía de Marta Mas ( @valeria.c )

Las Palma, el recuerdo a sus paisanos

"Este disco es más personal y quizás no está tan evidenciado el componente isleño, ese amor a mi tierra que siempre está presente en mi vida. Aunque no sea de una forma tan directa como en el anterior, en lo musical sigue estando el timple canario y esa raíz folclórica propia de Canarias".

Cuando ocurren tragedias, tan rápido ponemos el foco como lo quitamos

A Valeria se le quiebra la voz al recordar lo ocurrido en 2021: "Cuando ocurren tragedias, tan rápido ponemos el foco como lo quitamos. Siempre que tengo la oportunidad de hablar, siento la necesidad de aflorar el recuerdo, que no debería serlo. Está vivo. Siempre que pueda, pondré mi isla y su realidad en el mapa, que sigue siendo de lucha y resiliencia". La artista habla de la erupción del volcán en su tierra, que arrasó con las casas de cientos de vecinos y que, cuatro años después, aún no han recuperado la normalidad. "Cuando ha ocurrido la tragedia en Valencia por la DANA me sentí muy hermanada a ellos y a su sentimiento de desamparo. Nosotros no tuvimos pérdidas humanas como ellos, ha sido horrible y no podemos olvidarnos de ellos".

placeholder Valeria Castro, su guitarra y el mar ( @valeria.c )
Valeria Castro, su guitarra y el mar ( @valeria.c )

Me emociona mucho terminar la gira con un concierto en el Wizink Center

Valeria, hoy, se quita una mochila, muestra su vulnerabilidad, y es que en ella ha encontrado su mayor fortaleza plasmando todos sus sentimientos en un papel y transformándolos en ´El cuerpo después de todo´. Aunque sume millones de escuchas y llene estadios… ella siempre será esa niña chiquita que veía el mar tras la ventana de su habitación.

"Ahora regreso mucho a mi infancia, recuerdo a esa Valeria inquieta y llena de sueños, que iba a la escuela de música y fantaseaba con cantar en escenarios. Me da mucha ternura pensar en ella, y siento esa nostalgia como un motor. Si en algún momento siento que no puedo más, pensaré en ella".

placeholder Valeria Castro y Dani Fernández en el concierto del cantante en el Wizink Center en una fotografía de Gloria NM ( @valeria.c )
Valeria Castro y Dani Fernández en el concierto del cantante en el Wizink Center en una fotografía de Gloria NM ( @valeria.c )

Esa niña chiquita no podría ni creerse que, años después, actuaría en el WiZink Center para presentar su disco. Pero el sueño se ha transformado en realidad: "Cuando me lo dijeron, dije: '¡Que me pellizquen!'", bromea Valeria. "Estoy muy feliz, estamos trabajando mucho para que sea un concierto memorable. Termino la gira allí, el 9 de enero de 2026, y aún sigo alucinando. Estoy muy agradecida por todo lo que estoy viviendo".

A los cinco años, Valeria Castro escribió su primera canción; con cuatro, la apuntaron a una escuela de música, y con siete le regalaron su primer piano. En su hogar no había grandes referentes musicales, pero su padre, profesor de matemáticas, le cantaba temas de Paco Ibáñez, Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina. Aquellas voces, llenas de poesía y sentimiento, se convirtieron en un faro que guió su sensibilidad innata hacia la música, una vía de expresión que parecía haber nacido con ella.

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