¿Cómo cuidar tu rostro después de un tratamiento de microagujas?
Qué usar, qué evitar, qué es seguro hacer y que no. Esto es todo lo que tienes que saber sobre el cuidado de tu piel los días después de someterla a un tratamiento de microagujas
Los profesionales de la belleza llevan años defendiendo las bondades del uso de las microagujas en rostro y cuello. De hecho, su (casi) obsesión por este artilugio beauty derivó en que el año pasado también propusieran su utilización en el cuero cabelludo e incluso en las cejas para incrementar el crecimiento capilar. Sobre la piel tienen capacidad de solucionar desde signos de envejecimiento (líneas de expresión, pequeñas arrugas o poros) hasta cicatrices producidas por el acné, con la ventaja de que las microagujas son un tratamiento mínimamente invasivo, rápido y fácil. “Las microagujas crean un microcanal, que es el encargado de ayudar a la piel a que se recupere y regenere con más facilidad, presentando un aspecto rejuvenecido, que se traduce en elasticidad, mejora de poro y arrugas y dermis más radiante. Si, además, las combinamos con una radiofrecuencia, conseguiremos también reafirmar y tensar”, explica Myriam Yébenes, directora de Instituto de Belleza Maribel Yébenes.
Sin embargo, requieren de un tratamiento posterior adecuado para que la piel se 'cure', donde hay que evitar ciertos productos e ingredientes cosméticos (léase exfoliantes), así como el sol para que el proceso de curación siga su curso y, además, evitar el riesgo de padecer una infección. “Los protocolos profesionales que pretenden estimular el colágeno penetrando hasta los 3 milímetros de profundidad causan 'microheridas' en la superficie de la piel y suelen generar enrojecimiento, por lo que hay que tomar ciertas precauciones para evitar infecciones en el área tratada”, asegura Patricia Cuenca, directora técnica del centro de belleza Oxigen.
El día del tratamiento
El mismo día es normal que tu piel esté seca y tirante, e incluso podrías sentir algo de ardor. Evita tocarte la cara y también “aplicarte ingredientes cosméticos agresivos como el retinol o el ácido glicólico. Como regla general, huye de todos los ácidos, menos del hialurónico”, sugiere Cuenca. Pero los que sí que puedes (y debes) utilizar son todos los que sean hidratantes y calmantes, aplicados tanto en bruma como en sérum o crema. Y no te asustes si tu piel pide una aplicación más continua en vez de la habitual de mañana y noche.
Ten en cuenta que “al haber abierto esos microcanales, los activos cosméticos que pongamos al finalizar el tratamiento van a penetrar en profundidad, por lo que lo recomendable es dejarlos actuar el mayor tiempo posible: de 12 a 24 horas; periodo en el que no deberías lavarte ni limpiarte el rostro”, advierte Yébenes.
También es importante que no vayas al gimnasio, a la piscina o a un spa o sauna para prevenir posibles infecciones, así como evitar la exposición al sol, ya que “esta restaría los efectos del tratamiento pues, aunque el microneedling no es fotosensibilizante sí que podría sensibilizar más la piel”, añade la experta de Oxigen. Y guarda unos días los dispositivos para estimular la circulación y las herramientas para el cuidado de la piel, tipo rodillo de jade o gua sha, ya que podrían provocar irritación e infección.
Y algo que te puede resultar curioso es que no deberías tomar ibuprofeno u otro medicamento antiinflamatorio. ¿El motivo? “Las microagujas utilizan el proceso inflamatorio natural del cuerpo y estos medicamentos podrían interferir en el proceso de recuperación de la piel”, desvela la directora del Instituto de Belleza Maribel Yébenes.
Los días posteriores
Piensa que, a partir del quinto día, los microcanales se habrán cerrado y la mayor parte del enrojecimiento, la descamación y la sensibilidad habrán desaparecido casi por completo. En cambio, esto no significa que no debas seguir teniendo algunas precauciones, como no tomar el sol, ya que este “reduce los efectos logrados por el propio tratamiento, así que deberías estar 15 días sin exponerte a él y usar filtro solar total antes de salir a la calle”, recomienda Cuenca. Lo que sí podrás hacer es comenzar a maquillarte (también puedes probar con un protector solar con color) o volver a utilizar vitamina C con precaución.
Una vez haya transcurrido una semana de la sesión de microneedling “podrás emplear tanto el roller de jade como la gua sha, ya que su función es drenar y mejorar la circulación y no interferirían en los efectos del protocolo; eso sí, es más importante que nunca que estén limpios y desinfectados”, añade la experta. Pero en este periodo sigue siendo desaconsejable que uses ingredientes cosméticos más agresivos o que te exfolies la piel, tanto de manera mecánica como química (mejor si esperas unos díez días); así como que emplees un roller de microagujas en casa, te depiles con cera o te sometas a un tratamiento láser.
Los profesionales de la belleza llevan años defendiendo las bondades del uso de las microagujas en rostro y cuello. De hecho, su (casi) obsesión por este artilugio beauty derivó en que el año pasado también propusieran su utilización en el cuero cabelludo e incluso en las cejas para incrementar el crecimiento capilar. Sobre la piel tienen capacidad de solucionar desde signos de envejecimiento (líneas de expresión, pequeñas arrugas o poros) hasta cicatrices producidas por el acné, con la ventaja de que las microagujas son un tratamiento mínimamente invasivo, rápido y fácil. “Las microagujas crean un microcanal, que es el encargado de ayudar a la piel a que se recupere y regenere con más facilidad, presentando un aspecto rejuvenecido, que se traduce en elasticidad, mejora de poro y arrugas y dermis más radiante. Si, además, las combinamos con una radiofrecuencia, conseguiremos también reafirmar y tensar”, explica Myriam Yébenes, directora de Instituto de Belleza Maribel Yébenes.