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Carme Chacón y José María Cano, la portada que no pudimos publicar
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QUINTO ANIVERSARIO

Carme Chacón y José María Cano, la portada que no pudimos publicar

La periodista Joana Bonet, amiga de la política socialista, publica de la mano de Península una emocionante biografía en la que descubre la faceta más humana de la gran esperanza del socialismo y repasa sus relaciones más importantes

Foto: Carme Chacón, fotografiada en Mánchester con 21 años, durante su beca Erasmus. (Cortesía)
Carme Chacón, fotografiada en Mánchester con 21 años, durante su beca Erasmus. (Cortesía)

Si hubiera que resumir en una sola palabra la sensación que deja el libro 'Chacón, la mujer que pudo gobernar' (Península), en nuestra opinión sería 'intensidad'. A lo largo de algo más de 400 páginas, la periodista Joana Bonet, que fue íntima amiga de la política, recorre los orígenes familiares de Carme, cómo germinó en ella la vocación política, los aparentes pigmaliones que quisieron orientarla primero y manipular su imagen después, el afán de la maternidad, cómo repercutió en su vida política el haberse enamorado de Miguel Barroso y un largo etcétera de acontecimientos que le llevan a uno, exhausto, hasta la última página. La cardiopatía congénita de Chacón, la gran esperanza del socialismo hasta que 'el aparato' la engulló con sonoro eructo, le segó la vida a los 45 años pero no le impidió vivir. Y de cómo lo hizo hay numerosos testimonios que Bonet recupera tras años de investigación (el libro empezó a gestarse cuando la carrera de Carme estaba disparada).

Cuando se cumplen cinco años del fallecimiento de la política socialista, la autora nos descubre la faceta más humana de una mujer que estuvo siempre en las quinielas para convertirse en la primera mujer que asumiera la presidencia del Gobierno de España. Chacón, con un bisabuelo enterrado en una cuneta. Que siendo niña se levantaba a las seis de la mañana para ayudar en la limpieza de la casa. Que apretó el botón del ascensor social con los codos de estudiar y seguía jugando al baloncesto cuando ya sabía que tenía las horas contadas. La política socialista es descrita como una mujer con las ideas claras, brillante, presumida, tan inteligente como tozuda. Pero también humana y capaz de amar en su vida íntima con la misma vehemencia con la que se aplicaba a la política.

placeholder Carme, con casi cinco años, junto a su madre Esther, que sostiene a su hermana Mireia. (Cortesía)
Carme, con casi cinco años, junto a su madre Esther, que sostiene a su hermana Mireia. (Cortesía)

El libro repasa las relaciones más relevantes de Carme Chacón. La que mantuvo durante diez años con un compañero de facultad, Pol Benavides. La que más marcó su vida personal y profesional, su matrimonio con Miguel Barroso. Alguna desconocida, como la que la acercó durante unos meses al exintegrante de Mecano José María Cano. O la última, con el exministro de Justicia Juan Carlos Campo, hoy pareja de Meritxell Batet. La autora también habla del cacareo en torno a la relación que mantuvo Chacón con Alfredo Pérez Rubalcaba, con el que no se muestra precisamente complaciente.

Carme Chacón y José María Cano se conocieron en un encuentro organizado por el artista en su casa, "una velada que no termina hasta las diez de la mañana del día siguiente". "Ahí están Teo Carralda de Cómplices, Teddy Bautista, Caco Senante, la mitad de la Orquesta Mondragón y Carme. Enseguida hay conexión entre el músico y la política. Se hacen amigos. Viajan juntos. [...] En aquel momento Chacón necesitaba una puerta franca y la encontró en Cano". Corría 2006, y Chacón había decidido tomarse "un tiempo de reflexión" de su relación con Barroso, tras un año muy complejo con tensiones políticas y personales.

"Llamadas largas, larguísimas, viajes y escapadas, la sensación para ambos de transitar por mundos ajenos refuerza su vínculo", escribe Bonet, que vivió todo aquello en primera persona. José María Cano habla en el libro de aquellos días, de cómo eran sus conversaciones, sus bromas en las que ella hacía de Rubalcaba y él de ZP. Carme le insistió en que quería ir a la India y él la llevó: "Estuvimos unos diez días en los centros de Madre Teresa, ayudando y trabajando", explica.

placeholder Miguel Barroso y Carme Chacón, saliendo del hospital con su hijo en brazos. (EFE)
Miguel Barroso y Carme Chacón, saliendo del hospital con su hijo en brazos. (EFE)

Pero Barroso era mucho Barroso. "José María Cano recuerda que, tras unos meses de relación, Carme desapareció del mapa sin dar pistas. [...] Al cabo de unos meses, 'Miguel se dio cuenta de que no quería perderla', confiesan sus íntimos, y sacó toda la carrocería pesada para reconquistarla. Y Carme Chacón se casó con Miguel Barroso. José María Cano lo leyó en los periódicos". Con el tiempo recuperaron su amistad y tanto José María como su hijo Daniel participaron en el homenaje a Carme Chacón que se celebró en el Congreso de los Diputados el 2 de octubre de 2019. Tocó 'Me cuesta tanto olvidarte'.

Su relación con Miguel Barroso, "uno de los más eficaces estrategas en comunicación política, un lince en marcos mentales", constructor de la nueva imagen de la izquierda que entonces se está fraguando, fue a menudo también un arma arrojadiza contra Chacón. El asunto levantó desde sus inicios "insidias y suspicacias" en el entorno de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien consideraba a Carme como una pupila. En la batalla, perdió ella, hasta el punto de que estuvo a punto de dejar la política en 2003 por este motivo. Escribe la autora que Carme no quería hablar de ese periodo de su vida. "Fue difícil arrancarle palabras, sobre todo relativas a algunas filtraciones que daban por hecho que existía una relación más allá de la política con Alfredo Pérez Rubalcaba [...]: 'Me había enamorado de una persona y de la política solo recibía palos. Todos los rumores que se levantaron acerca de mi vida privada se debían a lo mismo. La lucha nunca fue por una mujer, sino por el poder".

placeholder Carme Chacón y Gabriel García Márquez, en una de sus fotos más queridas. (Cortesía)
Carme Chacón y Gabriel García Márquez, en una de sus fotos más queridas. (Cortesía)

El 15 de diciembre de 2007, Carme Chacón "se casó enamorada de Miguel Barroso, y también de la idea del amor". Estaba embarazada de su único hijo y llevaba un traje de satén firmado por Rosa Clará, que fue a vestirla el día de su boda. Lo celebraron en la Masía Bach, un palacete "ubicado en Sant Esteve Sesrovires, inspirado en las construcciones rodeadas de viñedos de la Toscana y el sur de Francia".

Se habían conocido en 2003, cuando el Partido Socialista contrató a Barroso para entrenar a los nuevos líderes, como Leire Pajín y la propia Carme, en comunicación. En el libro recuerdan aquellas sesiones como "durísimas", pero entre corrección y corrección surgió algo entre ambos. La relación comenzó formalmente durante un viaje de una semana a Cuba, donde Barroso tenía una casa. "Aquella semana en La Habana fue la más maravillosa de mi vida. Le dije a mi hermana: '¡Estoy enamorada, que me cierren las calles! Después de esto, puedo decir que ya ha merecido la pena vivir'", le confesó Chacón a la autora de la biografía en una charla que se convirtió en entrevista.

placeholder La niña Carme, asomándole una sonrisa que ya recuerda a la que tenía de adulta. (Cortesía)
La niña Carme, asomándole una sonrisa que ya recuerda a la que tenía de adulta. (Cortesía)

Barroso fue el amor de su vida. El rodillo de la política, los viajes de ambos, el sueño compartido y frustrado de convertirse en la primera líder del Partido Socialista, un cúmulo de circunstancias presentaron batalla contra ese amor y lograron vencerlo en el año 2016. "Aquel verano, Carme Chacón y Miguel Barroso hicieron pública la noticia de su divorcio tras nueve años casados. Entre sus más próximos, ambos se refirieron al desgaste. Isabel Ramos Cervantes, la procuradora que los asistió en los juzgados, asegura que se trató de un divorcio rápido y muy civilizado, y que entre ellos hubo un trato cordial". Joana Bonet da la versión oficial, y deja entrever la extraoficial, la dolorosa, cuando cuenta cómo le costó a Carme más de seis meses mudarse de la casa familiar. Lo hizo finalmente en noviembre. "No dejaba de llorar".

La política falleció tal día como hoy, en 2017, cuando ya había rehecho su vida personal y profesionalmente (también Barroso lo ha hecho). Trabajaba en el despacho Ramón y Cajal y había iniciado una relación con el exjuez gaditano y diputado socialista Juan Carlos Campo, que posteriormente sería ministro de Justicia. Cada mañana practicaba boxeo. Disfrutaba de su hijo, "gozaba de libertad, desatado el corsé de la política", como relata su hermana Mireia Chacón en el libro. Estaba en plenitud y en ese estado de ánimo su corazón se paró, una noche de sábado. Mientras dormía.

Si hubiera que resumir en una sola palabra la sensación que deja el libro 'Chacón, la mujer que pudo gobernar' (Península), en nuestra opinión sería 'intensidad'. A lo largo de algo más de 400 páginas, la periodista Joana Bonet, que fue íntima amiga de la política, recorre los orígenes familiares de Carme, cómo germinó en ella la vocación política, los aparentes pigmaliones que quisieron orientarla primero y manipular su imagen después, el afán de la maternidad, cómo repercutió en su vida política el haberse enamorado de Miguel Barroso y un largo etcétera de acontecimientos que le llevan a uno, exhausto, hasta la última página. La cardiopatía congénita de Chacón, la gran esperanza del socialismo hasta que 'el aparato' la engulló con sonoro eructo, le segó la vida a los 45 años pero no le impidió vivir. Y de cómo lo hizo hay numerosos testimonios que Bonet recupera tras años de investigación (el libro empezó a gestarse cuando la carrera de Carme estaba disparada).

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