Cinco alternativas a la vitamina C para personas de piel sensible
Luminosidad, efecto antioxidante y fotoprotección son tres de las bondades que brinda la vitamina C. En cambio, este activo a veces irrita a las pieles sensibles, por lo que te ofrecemos cinco alternativas cosméticas aptas para todos
Tanto la vitamina C como el retinol son los ingredientes de belleza que más interés generan. La primera ayuda a iluminar el rostro, promueve la producción de colágeno y también combate los radicales libres. De ahí que los datos en nuestro país sean bastante abrumadores: “En el último año, las búsquedas de ‘sérum de vitamina C’ han aumentado un 18% en nuestro país. Además, encontrar el término ‘vitamina C’ en las más de 12 millones de páginas que lo incorporan le cuesta a Google tan solo 37 segundos”, declara Marina Cerdá, directora de comunicación global de Germaine de Capuccini.
Pero, a pesar de que a primera vista parece casi milagrosa, no siempre es tan buena para las personas que tienen la piel sensible, que pueden sentir irritación o presentar rojeces. Y es que, a pesar de que suele ser bastante segura y se tolera bien, “en muchas fórmulas cosméticas se suele mezclar con retinol, ácido glicólico o alcohol para mejorar su penetración o también para adaptar el producto a un tipo de piel concreto, y esto es lo que puede irritar”, revela Elena Aparicio, directora científica de Skinceuticals. La buena noticia es que el mercado cosmético ofrece activos con los que alcanzar los mismos beneficios que con la vitamina C, aptos para todo tipo de piel, incluso las sensibles.
Vitamina B
“Se absorbe perfectamente y la toleran muy bien todo tipo de pieles, aunque a las que más beneficia es a aquellas propensas a la sequedad o con eccemas, por su acción humectante. De ahí que la vitamina B se esté convirtiendo en una de las favoritas del público”, afirma Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty.
La cosmética se vale fundamentalmente de dos de sus derivados, la niacinamida o B3 y el pantenol o B5. “La primera es una gran aliada para mantener intacta la función barrera, además desbloquea los poros y reduce la irritación y la pigmentación postinflamatoria. También beneficia a pieles extremadamente secas o escamadas porque aumenta el nivel natural de ceramidas, despertando la función hidratante y nutritiva”, añade.
La B5, pantenol o también conocida como ácido pantoténico calma, suaviza y mantiene flexible la piel. “Sus hitos son que no solo mejora la hidratación a nivel superficial, sino que también reduce la pérdida de agua transepidérmica y es un eficaz calmante, lo que la hace perfecta para pieles irritadas”, concluye el experto
Carotenoides
La cúrcuma es conocida por su gran poder antiinflamatorio, pero también es capaz de iluminar la piel y ofrecerle protección frente al sol debido a que es rica en carotenoides, al igual que le ocurre al azafrán y al espino amarillo, pues las tres contienen carotenoides. Este compuesto botánico “es una de las opciones naturales que ofrece una actividad antioxidante más similar a la que proporciona la vitamina C, siendo capaz de inactivar especies reactivas de oxígeno que se producen en las células, proporcionando de este modo fotoprotección. Además, los carotenoides también son grandes aliados a la hora de tratar la pigmentación cutánea, en parte por su actividad antiinflamatoria”, explica Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de la firma Perricone MD.
Alfa arbutina
Es uno de los activos naturales tradicionales más potentes a la hora de inhibir los depósitos de melanina, ya que “se encuentra en grandes cantidades en las hojas de la gayuba pero hoy en día, en cosmética, se obtiene mediante la biotecnología, fermentando moléculas de glucosa junto con hidroquinona”, informa Catalá.
Gracias a su composición química es muy eficaz para aportar luminosidad a la piel y eliminar manchas, incluso a dosis relativamente bajas. “Sin embargo, hay que tener cuidado con ella durante el embarazo y la lactancia, ya que está prohibido su uso durante estos periodos”, advierte.
Ginseng indio
También conocido como extracto de ashwagandha, cereza de invierno o withania somnífera, el más conocido es el que proviene de India, pero el ginseng coreano es igual de eficaz. “Es un gran oxidante que ofrece una acción similar a la de la vitamina C, protegiendo del estrés oxidativo. Además, siempre ha sido famoso por su acción energizante en el organismo y, en este caso, ocurre igual en la piel. Acelera la acción celular del tejido cutáneo, haciéndolo así más resistente y fomentando su autoregeneración”, aclara González.
Cobre PCA
Una de las funciones fundamentales de la vitamina C es el poder calmante y antioxidante en la piel, aunque en las sensibles o reactivas en ocasiones ofrece lo contrario, pudiendo alterar y ocasionar brotes acneicos. En cambio, “este es un increíble ingrediente con un rendimiento antioxidante demostrado hasta cuarenta veces superior al de la vitamina C”, asegura la directora de formación de la firma Perricone MD.
¿Sus bondades? “La clave está en que imita el sistema natural de defensa de los radicales libres del organismo, por lo que protege a la piel de los mismos. Además, calma profundamente, pues ofrece una gran actividad antiinflamatoria”.
Tanto la vitamina C como el retinol son los ingredientes de belleza que más interés generan. La primera ayuda a iluminar el rostro, promueve la producción de colágeno y también combate los radicales libres. De ahí que los datos en nuestro país sean bastante abrumadores: “En el último año, las búsquedas de ‘sérum de vitamina C’ han aumentado un 18% en nuestro país. Además, encontrar el término ‘vitamina C’ en las más de 12 millones de páginas que lo incorporan le cuesta a Google tan solo 37 segundos”, declara Marina Cerdá, directora de comunicación global de Germaine de Capuccini.